"Apareció un cocodrilo en mi casa", fue lo primero que contó a 0221.com.ar Patricia. El lunes al mediodía salió a tender la ropa y encontró un lagarto overo entre las plantas de su patio. Luego del episodio, la Municipalidad de Ensenada calmó las aguas: aseguró que no suelen ser agresivos con las personas.
La vecina de Villa del Plata relató que el reptil "pasa todos los días a la misma hora" y en sintonía con su narración, desde el Departamento de Veterinaria y Bromatología del municipio vecino afirmaron que su presencia en la zona "es más que habitual", especialmente con la llegada de las altas temperaturas.
Al respecto, Liliana Flammini, subdirectora de Salud de esa Comuna, indicó en diálogo con este medio que los lagartos overos son de escapar al contacto humano, pero advirtió: "Reaccionan a modo de defensa cuando se sienten acorralados, ahí pueden morder o golpear con la cola".
A su vez, señaló que estos animales -omnívoros, que se alimentan de huevos, frutas y otras especies- tampoco transmiten enfermedades. En caso de encontrar uno, la funcionaria ensenadense recomendó no tomarlo y facilitarle una vía de salida.
Ese espacio no suele intervenir a menos que el lagarto esté en riesgo, como ocurrió a principios de este año en una escuela de la localidad, cuando el calor aún era agobiante. Ante una situación de esas características, dan aviso a los guardaparques y son derivados a la Reserva Natural de Punta Lara.
No es la primera vez que un reptil de grandes dimensiones causa revuelo en la región. En septiembre de 2017 vieron a uno merodeando en la zona de 514 y Camino Belgrano, mientras que pocas semanas después hallaron otro en inmediaciones del Estadio Único. En esa ocasión, una joven intentó agarrarlo y terminó con una mordedura.
"No hay que dejarles a mano nada que puedan comer, tampoco hay que acercarse", cerró Flammini. A estar atentos.