jueves 12 de septiembre de 2024

El fusilado que vive, campeones y tableros, así está el club de Ajedrez de La Plata

Es uno de los clubes con más historias dentro de La Plata. Cuna de grandes jugadores y una entidad reconocida mundialmente, el ajedrez sigue siendo la excusa ideal para que los platenses de distintas edades se acerquen a jugar una partida.La foto de un campeón búlgaro y la breve historia de su socio más reconocido, Rodolfo Walsh.

Con un caminar lento pero seguro, personas de diferentes edades se acercan a la esquina de 6 y 54 para despuntar el vicio y “cortar la semana” con una partida de ajedrez después de un largo día. La cita es obligada. Cerca de las 20, las luces del Club se muestran como la principal atracción para los jugadores platenses que solo quieren sentarse frente al tablero de roble y sentir la fina madera de las piezas. El emblemático rincón de la ciudad que todavía sigue contando historias que enriquecen, aún más, a La Plata.

Fundado un 18 de noviembre de 1952, el club logró sostenerse a lo largo del tiempo de la mano de un juego que tuvo muchos altibajos en las últimas décadas. Sin embargo, una gran cantidad de platenses decide disfrutar de un buen rato de ajedrez en las mesas de 6 y 54 y analizar partidos con uno de los jugadores más talentosos que surgió de la ciudad, el maestro Carlos García Palermo.

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En tiempos donde los celulares y las redes sociales marcan el pulso de la vida de los más chicos, el club, ante la necesidad económica, decidió implementar clases para los más jóvenes. Llamativamente, esta política terminó siendo un éxito rotundo, a tal punto que, en el último torneo hubo un total de 60 participantes menores de edad.

“Es bueno que compitan y ver cómo se entusiasman, algunos terminan sus clases y siguen jugando en sus casas. Una nota que los chicos son ágiles y muchos de ellos entienden rápido de qué se trata”, afirmó a 0221.com.ar el actual presidente del club de Ajedrez de La Plata, Aldo Torillas. Tres años atrás, la Comisión desembarcaba a 6 y 54 con un ambicioso objetivo de que el juego vuelva a atraer a personas de todas las edades, para ello, fue clave la figura de García Palermo.

“Fue el único argentino que venció a Anatoly Karpov siendo campeón del mundo y lo tenemos acá. Todos los jueves analizamos partidas y él es uno más de nosotros”, comentó con entusiasmo.

Amante del arte que supo desplegar sobre los tableros el norteamericano Bobby Fischer, Torrillas remarcó la importancia que tiene el club para La Plata y cómo el ajedrez está volviendo a recuperar la magia que supo tener en la década de los ’70 cuando el mundo se desvelaba por la rivalidad entre Estados Unidos y Rusia.

EL CLUB Y LA CIUDAD

Al igual que todos los clubes de la región, el tarifazo fue una de las cuestiones que puso en riesgo su funcionado pero, gracias al aporte de sus socios, el club de Ajedrez está pasando un buen momento dentro de esta crisis. Es más, lograron mejoras en varios sectores para acondicionar las salas.

“Es un club que le da una importancia a la ciudad que los platenses no se imaginan. Por ejemplo, nosotros hacemos torneos que llevan el nombre de La Plata y esto sale a nivel mundial, no es solo acá”, señaló Torrillas y destacó que “es el único club en donde se practica ajedrez sin ninguna interrupción y que solo se dedica a eso, son muy pocos en Argentina los que lo lograron”.

En los últimos años, la esquina de 6 y 54 comenzó a traer reconocidas figuras del mundo ajedrecístico como Ulf Anderson, quien recibió el título de Maestro Internacional en 1970, y del mejor jugador argentino en la actualidad, Sandro Mareco.

“Tenemos un lugar muy emblemático de la ciudad, estamos hace más de 60 años, estamos tapados y, por lo general, nos confunden con el club español que está muy cerquita nuestro”, afirmó entre risas.

La escena es siempre la misma en el espacio ajedrecístico por excelencia de La Plata. Los jugadores tienen la mirada centrada en el tablero, los espectadores cuchichean y ríen, sin embargo, el sonido más fuerte es cuando los participantes golpean con fuerza el reloj: “Tac-tac”. Luego anotan el movimiento con una caligrafía que genera envidia y siguen. Así es una noche en el club de Ajedrez de La Plata.

EL FUSILADO QUE VIVE

Operación Masacre fue uno de los libros que marcó un antes y un después en la historia del periodismo de la Argentina. Su autor, Rodolfo Walsh, pasó interminables horas frente a los tableros de ajedrez de La Plata y escribió algunas páginas de su investigación. En modo de homenaje a su obra, la facultad de Periodismo y Comunicación Social colocó una placa que llama la atención de todos los fanáticos de la literatura.  

Aunque no existen registros de sus partidas, quienes tuvieron el lujo de compartir una copa con Walsh, afirman que era un gran jugador de ajedrez y que era un habitué del club. “Fue socio y dicen que jugaba bastante bien, yo no lo conocí pero hay muchos que tienen anécdotas con él. Cada vez que vienen a preguntar, están cansados de repetir lo mismo”, afirmó Torrillas.

En esa línea, el presidente recordó que años atrás participaron de una exposición en el Centro Cultural Néstor Kirchner donde llevaron los documentos y actas que certificaban que Walsh fue socio de la entidad. También hubo fotos y recuerdos de viejos torneos.

“En modo de reconocimiento,  Veselin Aleksandrov Topalov -maestro de ajedrez desde 2005- envió una foto con su autógrafo por el aporte que hicimos. La verdad que fue un lindo gesto que tuvieron”, reveló Aldo a 0221.com.ar

En el marco de un nuevo aniversario de La Plata, el club de Ajedrez era un espacio que debe contar su historia, la cual todavía se sigue escribiendo día a día. Cuna de grandes jugadores, albergó a una de las plumas más prestigiosas de la República Argentina y dicta clases con los maestros más calificados de la ciudad. Un lugar que todavía sigue realizando torneos de gran prestigio nacional y que sueña con recuperar la impronta que le dio Carlos Maderna y Carlos García Palermo.

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