El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas en la región y la inflación y la devaluación no hicieron más que acentuarlo. Cuando las autoridades municipales anunciaron, días atrás, que más de 100 familias de la localidad serían beneficiadas con el último tramo del plan de viviendas paralizado en 2015, muchos vecinos estallaron de alegría.
Las buenas noticias, sin embargo, no habrían de durar. Es que la adjudicación sería muy distinta a la que se había planeado oportunamente y quienes ya habían sido elegidos para recibir una casa deberían volver a transitar por el tortuoso camino administrativo que implican este tipo de programas.
“Las irregularidades son muchas”, explicaron a 0221.com.ar algunos de los vecinos afectados, que prefieren mantener su identidad en reserva para evitar represalias. La lista de demandas no es corta e incluye algunos puntos que generan gran polémica.
Entre los requisitos destacan la presentación de una constancia de ingresos y una declaración jurada en el caso de los trabajadores informales y la consulta del Índice de titulares expedido por el Registro de la Propiedad, un trámite para el que se necesita asesoramiento legal y el pago de 600 pesos. Lo cierto es que no todas las familias poseen esa suma para poder presentar la documentación requerida y, aun cuando la tengan, nada les asegura que serán adjudicatarios de la vivienda.
La realidad es preocupante porque, tal y como advierten los vecinos, “no todos tienen esa plata para hacer el trámite y hacerlo tampoco garantiza que vas a ser beneficiario”. “No puede tener costo solo por anotarse”, agregan.
Los vecinos perjudicados apuntan contra el pastor evangélico Paulo César Ferreira, coordinador del área de Tierra y Vivienda de la Comuna. En sus manos se encuentran, entre otras decisiones, el funcionario tiene la potestad de definir quiénes serán beneficiados con terrenos y viviendas en diferentes zonas de la ciudad.
Como si todo fuera poco, los criterios de selección no son claros. Aunque en el Ejecutivo municipal aseguran que las casas serán entregadas a quienes más las necesitan, todo indica que las planillas de inscriptos confeccionadas durante la gestión de Enrique Slezack han sido descartadas. Mientras tanto, cientos de familias viven con la incertidumbre de su futuro, a la espera de que aquel sueño que estaba tan cerca al fin se vuelva realidad.