Rodrigue y Marine vienen del norte de Francia. Él de Hazebrouck, ella de Arras, decidieron realizar un viaje con el objetivo de "promover la solidaridad y descubrir diferentes culturas en el mundo", según indican con un precario español a 0221.com.ar. Comenzaron su viaje el 16 de julio de este año y cada vez que visitan una ciudad, ayudan a una ONG u asociación sin fines de lucro.
El antiguo depósito de Alpargatas rematará una amplia variedad de productos con promociones en zapatillas e indumentaria a precios accesibles para todos.
Un nutrido grupo de vendedores ambulantes aceptó dejar la calle a partir del 30 de septiembre y el Municipio ofreció distintas alternativas para su futuro.
Antes de llegar a Argentina visitaron Canadá y Perú y en cada país se quedaron un mes y medio. En Canadá estuvieron en la ciudad de Québec colaborando con "Ateliers à la terre", un proyecto destinado a jóvenes y familias de los vecindarios linderos a la ciudad para "superar los obstáculos relacionados con sus condiciones socioeconómicas en términos alimentarios".
En Cajamarca, Perú, participaron de CETA, una institución con orientación deportiva que ayuda a niños, niñas, jóvenes y trabajadores de bajos recursos. "Esta escuela es una de las pocas gratuitas en la ciudad que recibe a niños de familias pobres. Durante nuestros paseos, a veces nos encontramos con niños del CETA trabajando en la calle. Rita, la dueña del lugar, notó que el ausentismo era raro durante nuestra presencia, así que pusimos mucha energía en las actividades", escribieron en la página web del proyecto, que funciona como diario de viajes.
En el CETA, Marine y Rodrigue ayudaban en la escuela por las mañanas y ofrecían entrenamiento de rugby por la tarde. Luego viajaron a Argentina, donde también estarán un mes y medio, y después de arribar en Iguazú se dirigieron a La Plata: acá, la pareja de franceses ayudó en el Banco Alimentario, la asociación civil que recupera y acopla alimentos para distribuirlos a organizaciones comunitarias y otras instituciones con el objetivo de disminuir el hambre y la desnutrición.
Cuando 0221.com.ar pregunta cómo viajan, los activistas son claros y concisos: "Hacemos dedo y dormimos en la casa de la gente que encontramos". Boussole en Nord, que en español significa "Brújula al norte", tiene tres objetivos básicos: fomentar el viaje "a dedo" y las estadías colaborativas para demostrar que "la solidaridad es en todos los países"; ayudar a diferentes asociaciones e intercambiar sus experiencias y conocimiento con escuelas y colegios de Francia, "para promover la paz entre los jóvenes y que aprendan con nuestro viaje".
Este viernes, después de pasar numerosas jornadas en el Banco de Alimentos de Berisso, Marine y Rodrigue partieron hacia su nuevo destino, rumbo a Ushuaia.
"Gustamos mucho de la ciudad, nos hace pensar en Francia. Pero lo que más nos gustó es la gente que encontramos. Particularmente la familia que conocimos en Misiones cuando hacíamos dedo, y quien nos está hospedando aquí", advirtieron.
Además, contaron su reto en Argentina es "unir Iguazú a Usuhaia haciendo dedo". El primer tramo está hecho: viajaron desde el norte hasta la ciudad de las diagonales con una familia y quedaron impactados de lo largo que es el país. Una vez fuera de Argentina los esperan otros destinos: quieren visitar Nueva Zelanda, Australia, Mongolia, Nepal y Guinea.