El Código de Convivencia entró al Concejo Deliberante hace poco menos de un mes y aún no ha sido abordado formalmente por los concejales en ninguna de las comisiones. Individualmente varios de ellos han manifestado sus postura mientras la Municipalidad sigue llevando a los barrios el debate en reuniones en las que los vecinos pueden anotarse a través de Internet. Todo indica que el expediente, que ha generado en la calle reacciones de protestas como la marcha del último miércoles no se tratará en el recinto hasta el año que viene. En ese contexto, este jueves uno de los bloques realizó un pedido formal para que se genere una "mesa de diálogo para discutirlo".
El pedido fue realizado por el bloque PJ que preside Fabián Lugli. "Este Código debe ser debatido por todos, por eso consideramos que en la discusión no solo deben participar los vecinos, sino también organismos sociales, ONG`S, gremios, instituciones, las universidades, partidos políticos, FELP, colegio de profesionales, cámaras de industria y comercio y representantes interreligiosos, para lograr un consenso real".
"Debemos darle un serio tratamiento a este proyecto, y no hacerlo de modo acelerado, ya que si esto ocurriese, el resultado final puede no ser satisfactorio", agregó el concejal que forma bancada con el dirigente camionero Miguel Forte.
Como se viene informando, el Código de Convivencia es uno de los proyectos con los que el intendente Julio Garro quiere avanzar rápidamente. Algunos puntos han generado gran polémica, especialmente los que apuntan a regular la actividad de los cartoneros, los piquetes y las actividades informales como la de limpiavidrios. También aborda la cuestión de la "zona roja" y la venta ambulante. Y plantea algunos ejes más "bizarros" como la sanciones a quienes tienen sus veredas rotas, lavan el auto en la vereda o tienen perro que ladran en horarios a la madrugada.
Entre los cuestionamientos más duros de los sectores de la oposición aparece que "más que un código de convivencia es un código de contravenciones y multas".
