La Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata logró dar con los autores de dos amenazas de bomba que se registraron en julio y septiembre en diferentes establecimientos de la ciudad. En medio de un año complicado para la educación, la moda explosiva fue otro de los problemas que puso en jaque el desarrollo del calendario escolar.
La primera detención tuvo lugar en el domicilio de una joven de 18 años, quien el 3 de julio realizó una amenaza de bomba al colegio Nuestra Señora de la Misericordia. En aquel momento, las autoridades de la escuela realizaron la denuncia correspondiente y los investigadores constataron que se trató de una broma.
Luego de un arduo trabajo del Gabinete de Investigación de Intimidación Pública, los agentes lograron dar con el paradero de la dueña del celular con el cual se efectuó el llamado intimidatorio. Las autoridades registraron el domicilio de la sospechosa, la detuvieron y la pusieron a disposición de la UFI a cargo de la investigación que, tras realizar las tareas procesales correspondientes, dispusieron su libertad.
La segunda detención se dio tras un hecho similar ocurrido el 6 de septiembre en la Escuela Secundaria “Manuel Belgrano”, de 8 y 38. En aquella oportunidad, y como marca el protocolo, todos los alumnos debieron dejar las instalaciones educativas para que la policía realice los trabajos correspondientes. Tal como sucede en la mayoría de las veces, los resultados fueron negativos.

Luego de varias investigaciones, los efectivos dieron con el joven de 19 años que efectuó desde su propio celular la amenaza de bomba. De ese modo, el joven fue puesto a disposición de la Justicia pero terminó recuperando su libertad tras los procedimientos legales de rutina.
Estos casos demuestran el accionar de la policía sobre una moda que continúa interrumpiendo el desarrollo normal del calendario escolar y que pone en riesgo a los alumnos de cada escuela, quienes deben salir a la calle para alejarse del lugar que recibió la broma telefónica.
EL MAPA DE LAS AMENAZAS