El cáncer de mama es el tipo más común entre las mujeres, pero también pueden afectar a los hombres. Los especialistas remarcan que detectarlo a tiempo es esencial para mejorar las posibilidades de combatir la enfermedad con éxito. Una de las medidas más básicas para hacerlo es, sencillamente, la autoexploración.
El examen debe realizarse una vez al mes, sin excepción. Con una correcta palpación se pueden advertir cambios a nivel de la piel y en el complejo areola-pezón o bien en la secreción que se puede presentar a través del pezón. La alerta más común es la de la del roce de un tumor, nódulo o dureza en la mama, pero también existen otros síntomas de menor ocurrencia, como retracciones o hundimientos en la piel o el pezón, enrojecimiento en la piel, descamación o pérdida de sangre por el pezón o la palpación de un bulto en la axila.
Ahora bien, cómo se hace un autoexamen. Los expertos advierten que lo crucial es estar atento a los cambios y que para ello es preferible examinar las mamas bajo la ducha, donde los dedos pueden deslizar mejor. Todos recomiendan prestar especial atención a cada parte del pecho, pero muchos aconsejan además revisar en axilas, esternón, clavícula y el margen inferior del pecho.
El examen se puede realizar estando parado o acostado y se puede realizar en cinco simples pasos:
1 - Colocar la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presionar suavemente pero con firmeza.
2 - Realizar movimientos pequeños para examinar toda la mama (de arriba a abajo, en espiral o del centro hacia afuera).
3 - Sentarse para palpar la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esa área.
4 - Presionar de forma suave los pezones para comprobar si hay secreción.
5 - Repetir el proceso en la mama izquierda.

Tras el examen, es importante pararse frente a un espejo para vigilar el aspecto de las mamas, buscando cambios en la textura de la piel, hoyuelos, arrugas o abolladuras. Es importante saber que se debe estar atento a cualquier detalle nuevo o diferente, teniendo en cuenta que todas las mujeres tienen algunas protuberancias.
La autoexploración, advierten los especialistas, debe complementarse con un control ginecológico anual, en el que se realiza un examen médico completo y estudios complementarios como ecografías y mamografías.