Enrique Eskenazi, reconocido empresario y fundador del Grupo Petersen, falleció a los 99 años en su hogar. Su deceso fue confirmado por la compañía que lideró durante décadas y donde dejó un legado destacado en diversos sectores como la construcción, el sistema bancario y la energía, siendo una figura central en el desarrollo de importantes empresas argentinas.
Nacido el 4 de agosto de 1925 en Santa Fe, Eskenazi fue un visionario de la ingeniería, graduado como ingeniero químico en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Posteriormente, amplió su formación en Chicago, Estados Unidos, especializándose en ingeniería de alimentos, lo que lo impulsó a dar los primeros pasos en su exitosa carrera empresarial.
En 1981, adquirió la empresa constructora Petersen, Thiele y Cruz, que atravesaba dificultades económicas. Bajo su dirección, transformó la compañía en el Grupo Petersen, un conglomerado que incluyó la expansión hacia la banca y otros sectores clave como la agroindustria y la energía. Entre sus adquisiciones más relevantes se encuentran varios bancos en el país, lo que permitió consolidar una red de 215 sucursales.
El Grupo Petersen, bajo su liderazgo, no solo creció en tamaño, sino que también se destacó en el sector energético. En 2008, a través de un acuerdo con Repsol, el Grupo Petersen adquirió un 25% de las acciones de YPF, la mayor empresa de energía de Argentina.
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El empresario Enrique Eskenazi en un encuentro junto a la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El mensaje del Grupo Petersen
A través de un comunicado de prensa, la compañía destacó que el ingeniero Eskenazi atravesó con su larga y prolífica vida dos siglos. "Su trayectoria no pasó inadvertida en el país ni en el exterior. En efecto, fue reconocido en diversos ámbitos como un empresario inspirador, de espíritu innovador y excepcional capacidad de liderazgo. Comprendió desde muy joven el compromiso del empresariado con el progreso del país y con el bienestar de su sociedad, principios que transmitió a las nuevas generaciones de su familia. También tuvo un vínculo inquebrantable hasta su último aliento con los valores familiares y humanistas", aseguraron.
Apasionado por la música barroca, apoyó el Teatro Colón y promovió iniciativas culturales como la pantalla gigante de la Plaza del Vaticano. Además, colaboró en la restauración de espacios emblemáticos como el Rosedal de Palermo y el mausoleo de Sarmiento en la Recoleta.
Pese a su destacada trayectoria, su figura estuvo marcada por controversias. En 2018, el Banco San Juan S.A., una de las empresas del grupo, fue multado por irregularidades en operaciones cambiarias.
Enrique Eskenazi fue despedido en una ceremonia íntima, acompañado por su familia, que incluye a sus cinco hijos, catorce nietos y nueve bisnietos. Sus restos descansarán junto a los de su esposa, Hazel Sylvia Toni Storey.