El trabajo sostiene que se habría registrado un descenso en los precios de los alimentos y bebidas, exceptuando sin embargo a los lácteos y los huevos.
La crisis económica golpea a los trabajadores en Argentina. La devaluación del peso, el aumento de las tarifas y la alta inflación son un cóctel difícil de enfrentar, pero un reciente estudio privado sostiene que la tendencia podría haber cambiado y la última semana de abril habría concluido con una caída del 1% en el precio de los alimentos y las bebidas.
De acuerdo con los relevamientos de la Consultora LCG los citados rubros cayeron un un 1,8% respecto a la semana previa, pero aumentaron un 1,4% a lo largo de todo el mes. De esta forma se confirma la tendencia que va en línea con la desaceleración de la inflación núcleo.
Las ventas cayeron 11,9% interanual y el comercio platense suma 11 trimestres en rojo. La falta de demanda desplazó a la inflación como principal problema.
La canasta alimentaria subió 1,9% en octubre en La Plata y varios productos tuvieron aumentos muy por encima del promedio.
En el Gobierno se mantienen esperanzados al respecto y es por eso que tanto el presidente Javier Milei como el ministro de economía de la Nación Luis Caputo anticiparon que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril sorprenderá a más de uno cuando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) lo de a conocer el próximo 14 de mayo.
La baja, esta semana, fue generalizada en todos los rubros que mide la consultora, salvo en lácteos y huevos. Las mayores bajas de la quinta semana fueron en las frutas, con un fuerte factor estacional, con un retroceso del 6,8%, mientras que los lácteos y los huevos avanzaron un 1,9%.
De esta manera, en LCG explicaron que crece el porcentaje de productos que registran bajas semanales, mientras que se sostiene el de productos con aumentos: 28% y 26%, respectivamente, en la última semana. Siendo así, la desaceleración de la inflación mensual continúa, según indica el informe; y en el último tramo del mes le restó un 1% respecto de la semana anterior, reduciéndose a 2,3% mensual promedio (en las cuatro semanas) y a 1,4% en el mismo período.
Tal y como se había adelantado, las petroleras actualizaron los valores de los combustibles en un 4% a pesar de la decisión del Gobierno argentino de postergar la suba del Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y el impacto ya se siente en las estaciones de servicio de La Plata, que ofrecen la nafta y el gasoil más caros.
El aumento de los precios podría haber sido mayor al 10%, pero el Ejecutivo nacional decidió postergar la suba del ICL y con ello el ajuste implementado por las empresas fue menor al esperado. Las petroleras, sin embargo, avanzaron con el incremento debido a la devaluación mensual del peso frente al dólar, entorno a un 2%; y a la suba del barril del petróleo.
Desde la llegada de Milei a la presidencia, los combustibles registraron un alza del 119%. Las subas de los últimos meses respondieron al salto del tipo de cambio oficial de diciembre y a la actualización de los impuestos a los combustibles en el primer trimestre, que estaban congelados desde 2020. Este escenario provocó que desde fines de 2023 hasta principios de abril las ventas tuvieran un desplome del 17%, de acuerdo a los datos difundidos por la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA).
Tras el incremento, el precio de los combustibles ya aumentó en los surtidores de La Plata y la región por lo que, según la petrolera elegida, se venden en los siguientes valores:
Los platenses sintieron el impacto del aumento en pleno Día del Trabajador, desde las primeras horas del miércoles 1º de mayo. Estos precios se mantendrían hasta principios de junio, cuando está previsto un nuevo salto en el valor de la nafta y el gasoil.