El INDEC reveló que el empleo informal creció a un ritmo más acelerado que el trabajo formal, dado que por cada puesto registrado se crearon 1,5 informales.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer que el empleo informal, también conocido como trabajo en negro, experimentó un notable crecimiento en los últimos 4 años y avanzó un 56% más rápido que la creación de puestos de trabajo formal en Argentina.
De acuerdo con el duro informe publicado por el organismo, en ese periodo se generaron 363.000 empleos registrados en el sector privado y el número de trabajadores en negro aumentó en 568.000. Las cifras son alarmantes y es que por cada empleo formal creado se sumaron 1,5 empleos informales, dando cuenta de una preocupante tendencia hacia la precarización laboral.
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El trabajo en negro es una problemática que afecta a gran parte de la economía nacional y limita el acceso de los trabajadores a derechos esenciales como la seguridad social y las jubilaciones. No obstante, no es solo una problemática de la Argentina. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que en América Latina aproximadamente el 50% de los trabajadores se encuentran en la informalidad.
El fenómeno tiene consecuencias palpables en los sectores más vulnerables, como jóvenes y mujeres. En la Argentina, la informalidad impacta principalmente en grupos que ya enfrentan dificultades para acceder a empleos de calidad.
El servicio doméstico es de los sectores más golpeados por la informalidad, ya que de los 1.673.000 trabajadores en esta área, el 71,5% no realiza aportes previsionales. A su vez, la industria agrícola también presenta una alta tasa de empleo en negro, con un 59,2% de sus 853.000 trabajadores sin registrar.
Mientras, el sector de la construcción muestra una situación similar, con el 58,4% de los 946.000 en la informalidad, lo que afecta no solo su estabilidad laboral, sino también los ingresos fiscales del Estado y los beneficios posibles.
El deterioro de la economía ha sido un factor clave en el aumento del trabajo en negro. Según un informe del INDEC, el Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo un 5,1% durante el primer trimestre de 2024, lo que se traduce en una mayor pérdida de empleos formales.
El desempleo alcanzó el 7,7% y muchos trabajadores debieron recurrir a empleos informales ante la falta de alternativas laborales. Además, el 34,9% de los trabajadores en Argentina vive por debajo de la línea de pobreza, dato que refleja la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, que ha caído casi un 40% desde 2017.
La creciente informalidad no pasa desapercibida para la sociedad y, según la encuesta realizada por la consultora Equipo Mide, el 23% de la población considera la pobreza su principal preocupación, seguida por la desocupación (15%) y la inflación (14%).
A nivel emocional, el impacto de la precarización es notable. Un 41% de los encuestados aún mantiene esperanzas de una mejora, mientras un 22% expresa enojo y el 19% restante expresa incertidumbre sobre el futuro.