El Papa Francisco tuvo una leve mejoría con respecto a la crisis respiratoria sufrida el último viernes. El sumo pontífice pasó una noche tranquila y se encuentra descansando, internado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma desde el 14 de febrero.
La Oficina de Prensa del Vaticano comunicó que el Papa presentó "un ataque aislado de broncoespasmo" que le provocó vómitos con inhalación, agravando su estado respiratorio. Tras una rápida aspiración de los bronquios, se le aplicó ventilación mecánica no invasiva, con buena respuesta del intercambio gaseoso.
El informe detalló que los valores del intercambio de gases han retornado a los niveles previos al episodio. Además, se destacó que el Papa ha permanecido "alerta y orientado" en todo momento, colaborando con el equipo médico en las maniobras terapéuticas necesarias para su recuperación.
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El Papa Francisco pasó una noche tranquila y se encuentra descansando.
Según indicaron los profesionales, se necesitará un periodo de entre 24 y 48 horas para evaluar la evolución clínica del Santo Padre tras la crisis respiratoria. Por el momento, se encuentra estable y continuará bajo monitoreo hasta determinar su estado de salud con mayor precisión.