La ex presidenta repareció en público para la inauguración del microestadio "Néstor Kirchner", a 21 años de la elección que lo llevó a la presidencia.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este sábado en Quilmes para participar de la inauguración del microestadio "Néstor Kirchner" y aprovechó ese marco para lanzar durísimas criticas al gobierno de Javier Milei, pero también para enviar mensajes al peronismo por la interna que hoy atraviesa al partido. "Este gobierno no tiene un plan de estabilización", disparó.
En el arranque del acto, en el que compartio escenario sólo con la intendenta anfitriona, Mayra Mendoza, la exvicepresidenta cuestionó la forma de gobernar de Milei y aseguró que es "mentira" que haya superávit, como dijo el jefe de Estado en cadena nacional el último lunes. "No, hermano, no tenés superávit, mirá todo lo que debés", sostuvo antes de enumerar que no le pagó a las provincias, ni a las universidades, que cortó la obra pública y que le debe a la distribuidora mayorista de energía CAMMESA.
El gobernador criticó el proyecto de Ficha Limpia, calificándolo de antidemocrático y acusó a la Justicia de manipulación política contra Cristina Kirchner.
Desde el sector del peronismo que va detrás del gobernador lanzaron críticas a La Cámpora por no acompañar a Axel Kicillof en la Legislatura.
También habló de la legitimidad del presidente por haber triunfado con el 55% de los votos y aseguró que, aunque haya llegado de esa manera al poder, luego tiene que "legitimar" su gobierno durante la gestión. "Te puede haber votado el 60% de los votos pero después cuando sos gobierno, la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación, no puede llegar a fin de mes, ¿de qué sirve?", agregó y ejemplificó que Néstor Kirchner si bien llegó con 22% de los votos, se fue del gobierno con un 70% de imagen positiva.
En otro tramo de su discurso, CFK consideró que lo que falta al gobierno libertario es un plan de estabilización, que sí tuvieron otros presidentes entre los que mencionó a Raul Alfonsín y su plan Austral, o el de Carlos Menem y la convertibilidad. “A este Gobierno le falta un plan. No tiene plan de estabilización, mire cómo se lo digo, que sí lo tuvo el Gobierno anterior que fue la convertibilidad sostenida por la venta del patrimonio nacional y por el endeudamiento. Solamente tiene un plan de ajuste”, advirtió y denunció que “más que un anarcocapitalismo este es un gobierno anarco-colonialismo”.
En este mismo punto, la dirigente chicaneó a Milei al comparar su equipo de gobierno con el de Carlos Menem y asegurar que al gabinete del libertario "no es que le falta uno para el peso, le faltan 30, 40, 50 o 90 para el peso".
En las priemras filas del microestadio se ubicaron el gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario, el senador nacional Eduardo Wado De Pedro y el diputado nacional Mariano Recalde, como así también ministros y legisladores bonaerenses, gremialistas y ex funcionarios de la gestión de Alberto Fernández.
Más adelante, también consideró que el Presidente "tiene que dar un golpe de timón" y recordó que tuvo que dar marcha atrás con la desregulación de las tarifas de la medicina prepaga. "Eso de que el mercado no tiene fallas... ¿Qué pasó con las prepagas? Dio marcha atrás y no resolvió nada”, lanzó. “Lo vamos a ayudar, ahora si quieren convertir a la Argentina donde no haya industria nacional y se elimine a la clase media me voy a pintar de avatar y me pinto de celeste. De colonia, otra vez nosotros no”, advirtió.
Dedicó luego un extenso tramo a hablar de las tarifas de la energía, acompañada por gráficos y aseguró que en Argentina se paga "una energía mucho más cara de lo que deberíamos pagar" por cómo está planteado el sistema de generación, distribución y transporte. "No me jodan más con la eficiencia del mercado, hay apropiación de la rentabilidad de la sociedad", sentenció y explicó que "cuando cobrás estos precios y tenés un mercado cautivo, eso no es mercado: eso es ausencia de Estado".
Habló también de la marcha en defensa de la universidad pública que ocurrió esta semana, defendió la creación de universidades públcias en su gestión y desmintió que haya adoctrinamiento, como denunció Milei. "Si hubieramos adoctrinado en los colegios, él no sería presidente", retrucó. En este sentido, no obstante, consideró que hay cosas por discutir en la educación y recordó que sus críticas a los docentes en una asamblea legislativa no le permitieron llevar adelante los cambios que tenía en mente. No obstante, dijo que hay que discutir "en serio" porque "los recursos son escasos y sino nos discuten desde afuera y desde un lugar de porquería".
Dijo también que hay que rediscutir el sistema tributario para que sea más simple y puso como ejemplo las exenciones que tuvo Mercado Libre, a la que calificó como la empresa "más importante" del país. "Tuvo una exención de 103 millones de dólares. Con esos millones nos sobra para cubrir el gasto de las universidades y de los hospitales", aclaró. Y citó como ejemplo de otra unicornio exitosa a la empresa platense Globant y recordó que todas recibieron exenciones cuando nacieron como parte de un programa de "incentivos" que propuso la gestión de Néstor Kirchner. Pero que ahora que, "ya son mayores de edad", tienen que "empezar a devolver al pueblo argentino y a la sociedad todo lo que han recibido".
La expresidenta también dejó dedicó varios mensajes en medio de la interna peronista que mantiene enfrentados hoy al gobernador Axel Kicillof y al líder de la Cámpora, Máximo Kirchner. Lo hizo al pedirle a toda la militancia ya la dirigencia peronista que tomen la responsabilidad que tienen como "oposición" y que discutan "en serio y con información" y no "sobre pelotudeces".
“Hay que dejar de salir a discutir pelotudeces, discuten para cambiar la vida a los dirigentes y hay que estudiar para cambiarle la vida a la gente”, les reprochó, como así también les pidió que no vaya a la televisión "para hablar mal de otro compañero", un dardo que pareció destinado al ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, quien cuestionó duro a los dirigentes de La Cámpora.
Ya en el final, hizo un pedido a toda la militancia peronista para que el gobierno de Milei no convierta al país en "un páramo de desocupados y que los científicos no se vayan del país". Y les recordó que cuando en 2023 les pidió tomar el bastón de mariscal no era para "pegarle a otro compañero" sino para explicarle a los argentinos lo que pasa y rediscutir el modelo de país. "Tenemos una inmensa responsabilidad como oposición, reconociendo lo que hicimos, admitiendo lo que nos faltó y mirando para adelante" cerró.