Los Pumas vencieron este sábado a Gales y se metieron por tercera vez en su historia en las semifinales de un Mundial de Rugby. El próximo viernes el seleccionado nacional jugará contra el ganador del partido entre Irlanda y Nueva Zelanda, quizá los dos países con mayores chances de quedarse con el título, y buscarán dar el batacazo para entrar en la historia grande de este deporte.
Tras la heroica clasificación, el conjunto albiceleste disputará por tercera vez un encuentro de semifinales del Mundial de Rugby y, de ganar el encuentro con el próximo rival, el equipo liderado por Julián Montoya clasificaría por primera vez en su historia para jugar la final.
El conjunto argentino logró una remontada histórica en el Stade de Marsella ante los galeses. Tras arrancar perdiendo y encontrarse abajo gran parte el encuentro, Los Pumas lograron torcer el destino de un vibrante partido que terminó 29-17 pero estuvo abierto hasta los últimos minutos e, incluso, un tackle salvador de Matías Moroni evitó lo que podría haberlo inclinado en favor del equipo europeo.
La primera vez la Selección alcanzó esta instancia fue en 2007, luego de imponerse en el Grupo D que compartían con Francia, Georgia, Namibia e Irlanda. En los cuartos de final, consiguieron el triunfo más importante de su historia al derrotar a Escocia 19-13.
El sueño de Los Pumas terminó sin embargo cuando fueron derrotados por Sudáfrica (que terminó siendo campeona) por 37-13. Pese al golpe, Los Pumas mostraron su mejor versión en el partido por el bronce y consiguieron el triunfo más importante de su historia aplastando a Francia por 34-10 en el partido por el bronce.
La siguiente ocasión en que se metieron entre los cuatro mejores del mundo fue en el año 2015, luego de avanzar como segundos en el grupo que compartían con Nueva Zelanda, Georgia, Tonga y Namibia, debieron medirse en cuartos de final ante Irlanda. En aquel encuentro con los europeos, que se presentaban como uno de los candidatos al título, Los Pumas escribieron una de las páginas más gloriosas de su historia y consiguieron un categórico triunfo por 43-20.
No obstante, una vez más, la ilusión argentina se terminó en las semifinales tras caer ante Australia por 29-15. Además, en esta ocasión, no pudieron conseguir el bronce ya que cayeron por 24-13 contra Sudáfrica en el partido por el bronce.