El empresario, dueño de HLB Pharma y Ramallo S.A., se refirió públicamente al caso del fentanilo adulterado y negó responsabilidad directa en las muertes.
Ariel García Furfaro, dueño de los laboratorios HLB Pharma y Ramallo S.A., se pronunció públicamente en medio de la causa por el fentanilo adulterado y sostuvo: "Si tengo algo que ver que me corten la cabeza". La declaración se da tras la confirmación de 87 muertes y otras nueve bajo investigación en Bahía Blanca.
En diálogo con TN, el empresario señaló que anticipaba represalias en su contra y afirmó: "Cuando me mandaron a cobrar coimas del PAMI los saqué a patadas en el culo. Y hoy estoy pagando las consecuencias". Además, aclaró que hasta el momento "no se demostró que alguna ampolla haya matado a una persona".
Un informe detalla irregularidades graves en la producción de fentanilo y resulta clave en la investigación por las 96 muertes en hospitales de Argentina.
La madre de Renato Nicolini cuestionó la recusación impulsada por el Gobierno contra el magistrado que investiga las muertes por Fentanilo contaminado.
García Furfaro admitió que podría tratarse de un "caso de negligencia" y reiteró su disposición a asumir responsabilidad en caso de comprobarse su vinculación: "Pongo la cabeza para que me la corten", enfatizó. Estas declaraciones se suman a su exposición mediática mientras sigue la investigación judicial.
El empresario también habló en Radio Rivadavia, y reafirmó su admiración por la ex presidenta Cristina Kirchner, así como su encuentro con el ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, destacando que "lo admiro". Además explicó su vinculación con empresas de Lázaro Báez, indicando que se trató solo de domicilios administrativos.
En julio, García Furfaro presentó un escrito judicial intentando culpar al exdiputado provincial Andrés Quinteros de la contaminación del fentanilo. Según su relato, un helicóptero sobrevoló el laboratorio por la noche y "lo llevó a pensar" que se arrojó algún producto para simular un hallazgo accidental en el predio del laboratorio.
Estas declaraciones del empresario se dan en paralelo a la investigación que busca determinar responsabilidades en la cadena de producción y distribución del fentanilo adulterado, que causó numerosas muertes y mantiene a las autoridades judiciales y de salud en seguimiento de cada nuevo hallazgo.