La acusada asegura que fue a una cita con su exnovio en una vivienda y quedó enredada en la trama judicial. Una historia de amor con un final poco feliz.
Comenzó el juicio oral en La Plata a una joven acusada de participar en un robo en la localidad de Berisso. Ella sostiene que fue víctima de un engaño por parte de su exnovio, quien tenía 17 años. Su versión: fue a una casa, se iba a encontrar con él, con la intención de ayudarlo.
Durante la primera audiencia la imputada fue la primera en declarar. Contó que había mantenido una relación afectiva con el joven, quien tenía antecedentes por múltiples conflictos con la ley penal juvenil. A pesar de la separación, quiso mantener el contacto para intentar ayudarlo, pero, según sus palabras, cayó en una trampa.
El violento ataque ocurrió a plena luz del día en una esquina de Berisso y terminó con dos jóvenes heridos y sin sus pertenencias.
Se encontraba desaparecido desde el lunes. Fue hallado en una iglesia de Berisso en buen estado de salud, luego de varios días de búsqueda.
El hecho que llegó a juicio tuvo lugar en una vivienda de Berisso que era propiedad de un vecino con notorios problemas de salud mental. Se trata de un hombre conocido en el barrio por destrozar su propia casa y tener comportamientos erráticos. Según se reconstruyó en el expediente, esa propiedad estaba completamente abandonada al momento de los hechos.
La imputada, hoy de 20 años de edad, relató que su exnovio ingresó a esa vivienda durante varias horas y se llevó todo lo que encontró, dejando el lugar prácticamente vacío. Luego, a eso de las 18, la convocó por mensaje para que se encontraran allí. Ella llegó aproximadamente a las 18.30. Apenas arribó al lugar, también llegó el hijo de la dueña de la casa -medio hermano del adolescente-, y fue entonces cuando la situación cambió drásticamente.
Al notar que no se trataba de un trabajo o una mudanza, sino de un saqueo, la joven intentó retirarse del lugar con su bicicleta. Sin embargo, en ese momento apareció la Policía, que la aprehendió junto al menor. En su declaración, la joven también denunció que fue víctima de violencia de género por parte del adolescente.
Uno de los momentos más tensos del testimonio fue cuando la joven recordó lo que el adolescente le dijo una vez que ambos estaban dentro del patrullero: "Esto te pasa por puta", lanzó, molesto porque, según contó ella, se había enterado que ella había comenzado una nueva relación con otro joven del barrio tras su separación. Acto seguido, el menor habría añadido con cinismo: "Yo ahora salgo porque soy menor".
Lejos de tratarse de una amenaza aislada, el adolescente tiene un extenso historial en el fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. Según consta en registros oficiales, el joven acumuló unas 52 investigaciones, y recientemente fue detenido por una causa ya en el fuero de mayores, por lo que actualmente se encuentra privado de su libertad.
En cuanto a la joven, quien hasta hace poco contaba con una suspensión del juicio a prueba, esta fue revocada por decisión del Tribunal. La defensa sostiene que la medida fue arbitraria y sin fundamentos sólidos, algo que también será parte del debate judicial en curso.
Como si la situación no fuese lo suficientemente complicada, la joven enfrenta también otra causa judicial, aunque no está directamente relacionada con el robo investigado. Según la defensa, se trata de un conflicto con una amiga de su entorno: ambas habrían tenido una fuerte discusión y la hermana de esta última llamó a la policía con una versión falsa de los hechos.
Según explicó la acusada, la discusión escaló y, al ver que se trataba de una mentira, reaccionó impulsivamente y le dio un golpe a su denunciante. La situación fue desproporcionada, pero no se habría tratado de un intento de robo, como consta en la denuncia original.
La defensa de la joven asegura que esta causa es "muy burda" y que responde más a rencillas personales que a una conducta delictiva real. De todos modos, el hecho fue sumado al legajo judicial general y podría influir en la evaluación del comportamiento previo de la imputada.
El juicio oral recién comienza y se espera que en los próximos días pasen por el estrado distintos testigos que permitan aclarar lo sucedido. La estrategia de la defensa está centrada en demostrar que la joven no participó activamente del robo, que no sustrajo ningún objeto y que, al momento de la aprehensión, no tenía en su poder elementos provenientes de la vivienda saqueada.
El Ministerio Público Fiscal, por su parte, sostiene que su sola presencia en el lugar durante la consumación del delito es suficiente para configurar una participación. Para la querella, sin embargo, será clave establecer el momento exacto en el que la joven llegó a la casa, ya que eso podría acreditar su desconocimiento de lo que había ocurrido previamente.
El Tribunal, mientras tanto, deberá evaluar no solo el hecho puntual, sino también la conducta anterior de la imputada, su vínculo con el coimputado y el impacto que tuvieron las decisiones judiciales previas, como la revocación de la probation. La próxima audiencia será el lunes 28 de abril. La defensa está a cargo del abogado Ignacio Fernández Camillo. La acusada tiene una pena en expectativa superior a los 13 años de encierro.