Una persona lleva detenida 19 días acusada de robar un calzoncillo usado en La Plata, su defensa presentó un habeas corpus y hace más de 48 horas que lleva sin resolverse, confirmaron fuentes judiciales a 0221.com.ar. Este hecho insólito de encarcelamiento se da en un marco de calabozos desbordados.
El acusado fue identificado como Franco Robledo (26) quien en la noche del 11 de septiembre pasado fue demorado en 62 entre 4 y 5. Llevaba un calzoncillo en la cabeza, a modo de gorro. Un patrullero que circulaba por esa la zona frenó cuando se topó con el joven.
En ese marco, personal policial se bajó del patrullero y lo puso contra la pared. Lo revisaron y le preguntaron por la prenda que llevaba puesta como si fuera un elemento de protección contra el frío.
Robledo respondió que lo estaba usando con esa finalidad, pero los agentes comenzaron a indagar a vecinos de la cuadra y como uno de ellos dijo haber sufrido la rotura de un vidrio de una ventana, los uniformados lo detuvieron en base al puro olfato policial.
tribunales-platenses.jpg
La causa tramita en el fuero Penal de La Plata.
Foto: AGLP
El expediente
La detención generó la apertura de una causa penal que tramita en la Justicia local. "En el presente hecho no hubo víctimas, sino una persona supuestamente damnificada (en estricto, no existió una afectación directa a una persona), y la materialidad es la del supuesto robo de un calzoncillo. Me resulta incomprensible que continúe privado de la libertad, siquiera que se haya sostenido su detención y posterior prisión preventiva. La crisis que pasa el Servicio Penitenciario Bonaerense es total", señaló el abogado de Robledo, Ignacio Fernández Camillo, en un escrito presentado en el marco de la causa penal.
El defensor del joven añadió: "Debe recordarse que, en virtud de la denominada presunción de inocencia, el señor Franco Robledo debe ser considerado un ciudadano inocente, y consiguientemente las medidas de coerción que se dicten en su contra deben ser excepcionales". El joven ya conoce la cárcel, estuvo dos años detenido, pero resultó absuelto del delito que le imputaron.
La libertad como regla
En su presentación en sede judicial el defensor particular citó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que oportunamente señaló: "La (privación de libertad) está limitada por los principios de legalidad, presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad, indispensables en una sociedad democrática (...) Constituye la medida más severa que se puede imponer al imputado, y por ello debe aplicarse excepcionalmente (...). La regla debe ser la libertad del procesado mientras se resuelve acerca de la responsabilidad penal".
Ignacio Fernández Camillo.JPG
Ignacio Fernández Camillo, defensor del joven acusado de robar un calzoncillo usado y llevarlo puesto en la cabeza.
Foto: AGLP
El pasado viernes la defensa presentó un habeas corpus que aún no fue resuelto. Ante la demora insistió con un pedido de "pronto despacho", confirmó el letrado en contacto con 0221.com.ar. La Cámara Penal rechazó el planteo porque la defensa oficial había consentido la detención en el marco del proceso de flagrancia.
El detenido ya lleva 19 días en la Alcaidía Petinatto, ubicada en la localidad de Lisandro Olmos. Todo por un calzoncillo, pese a que las máximas instancias del Poder Judicial bonaerense alertan sobre la creciente y extrema superpoblación carcelaria. La defensa llevará sus planteos ante el Tribunal Oral criminal I de La Plata donde está radicado el expediente.
Olfato policial en La Plata
El olfato policial es una expresión coloquial que se refiere a la capacidad intuitiva o instintiva de algunos agentes de las fuerzas de Seguridad para detectar comportamientos sospechosos o posibles crímenes sin tener evidencias inmediatas o claras. Es una habilidad que, según se cree, se desarrolla con la experiencia y el tiempo, y les permite a los policías o investigadores anticiparse a posibles situaciones delictivas o criminales basándose en pequeños detalles o comportamientos que pasan desapercibidos para otras personas.
Aunque esta "intuición" no tiene una base científica precisa, se asocia con una combinación de observación, conocimientos previos, patrones repetidos y una especie de "sexto sentido" en situaciones críticas. En muchas ocasiones, el "olfato policial" puede ser el punto de partida para una investigación más formal que luego será sustentada con pruebas. Sin embargo, también es un concepto que puede ser criticado si se usa de forma subjetiva o sesgada en investigaciones o acciones policiales.