Lo realizará un reconocido muralista en la zona de la Catedral de La Plata. Es promovido por la Municipalidad de La Plata y ya comenzaron los trabajos.
Tras el fallecimiento papa Francisco, La Plata pretende convertirse en la ciudad con el mural más grande del mundo en su honor. Los trabajos preliminares ya arrancaron y la obra -que sera realizada por un reconocido artista- estará ubicado en la zona de la Catedral.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Municipalidad de La Plata y la intervención se hará en la esquina de 14 y 54, a metros de la Catedral. Según se informó, ya comenzaron los trabajos sobre un andamio colgante, en tanto que se estima que la obra sea finalizada dentro de 20 días aproximadamente.
La Justicia de La Plata emitió una orden de captura. Debe someterse a juicio oral y no recibe las notificaciones. La víctima es una empleada del Poder Judicial.
El presidente del bloque de concejales del PRO defendió el proyecto de su bancada y reclamó regularizar el funcionamiento de apps como Uber y Cabify.
Además de tratarse de un homenaje a Jorge Bergoglio, también apunta a sumar a la capital bonaerense de un nuevo atractivo turístico y cultural en la ciudad, en uno de los puntos más visitados.
El mural tendrá casi 50 metros de altura y más de 5 de ancho. La obra, que ya comenzó a tomar forma sobre una medianera ubicada en la esquina de 14 y 54 frente a la Catedral Inmaculada Concepción, promete convertirse en un hito del arte urbano en la ciudad.
El proyecto está a cargo de Martín Ron, considerado uno de los muralistas más importantes a nivel global. Con una técnica hiperrealista que distingue su estilo, el artista trabaja con un equipo de cinco personas en un proceso que incluye la preparación de la pared, el trazado de una grilla a modo de boceto y el desarrollo por capas hasta alcanzar la máxima definición.
Ron ya dejó una marca personal en la etapa inicial de la obra: un “HOLA MAMÁ” entre los primeros trazos. Esta tradición nació durante un viaje a Moscú, cuando el artista se olvidó de avisarle a su madre que estaba fuera del país. A modo de disculpa, escribió el saludo en la pared y le envió una foto, y desde entonces la frase se convirtió en una firma entrañable que lo representa.