El cierre del conocido restaurante "Vinito, chinchineo y platitos", sumó un nuevo capítulo en La Plata. Es que, en esta oportunidad, los trabajadores del espacio que cerró sus puertas en medio de una fuerte disputa entre sus socios fundadores, anunciaron que intentarán reabrirlo bajo su propia gestión.
"En el staff de ex trabajadores y trabajadoras de 'Vinito, platitos y chinchineo' queríamos expresar y dar a conocer nuestra posición y opinión sobre esta situación", le dijeron los empleados del reconocido comercio a 0221.com.ar. En ese sentido, afirmaron que, tras el cierre, llegaron a un acuerdo con Alejandro Fernández, el socio que aportó el capital, para reabrirlo. En ese acuerdo, el restaurante quedará al mando de los trabajadores.
De este modo, la intención es que Vinito continúe funcionando, aunque con una dirección diferente a donde estaba, en Diagonal 74 entre 115 y 116 del Barrio Hipódromo. "Los y las trabajadores del lugar nos hemos juntado varias veces para decidir qué camino y postura íbamos a tomar. Decidimos aprovechar las instalaciones y su equipamiento para continuar con una propuesta gastronómica por nuestra cuenta, ya que poseemos el aval de Alejandro", le dijeron a este medio.
El objetivo, según informó Cecilia Borassi, una de las empleadas de Vinito, es buscar otro lugar y utilizar el equipamiento que pueda facilitar Fernández. El local actual y la marca no pueden ser utilizados debido a que existe un conflicto legal entre él y su socia Verónica Casinelli, la chef creativa del espacio.
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El conocido restaurante "Vinito, platitos y chinchineo" cerró en medio de una fuerte polémica entre sus socios.
Foto: AGLP
Sin embargo, en los últimos días, las aspiraciones de los trabajadores de Vinito se vieron truncas, al menos por ahora, ya que según confiaron a 0221.com.ar, el último martes llegaron hasta la puerta del local y encontraron que la combinación de la cerradura había sido cambiada. Cuando Fernández pidió explicaciones a la empresa de seguridad contratada para velar por el restaurante, le indicaron que la decisión se había tomado a raíz de un ingreso no autorizado el pasado 30 de enero.
En ese marco, los trabajadores señalaron que la única que conocía dicha clave, además del propietario del lugar, era Verónica Casinelli. Entre ambos, el vínculo se desgastó hasta romperse. Los empleados de Vinito prefirieron no entrar en polémica, pero llamaron a la reflexión a ambas partes y reclamaron que se llegue a un acuerdo cuanto antes para poder reabrir el espacio y evitar así la pérdida de los puestos de trabajo.
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Los extrabajadores de Vinito que quieren reabrir el restaurante para recuperar sus fuentes laborales.
CIERRE Y ESCÁNDALO: ¿QUÉ PASÓ EN VINITO?
El 30 de enero, en las redes del restorán Vinito, se anunció que iba a cerrar sus puertas, a pesar del éxito de su propuesta. Según se informaba en el posteo (que ahora fue borrado) la decisión había tomado por sorpresa a todos los empleados y en especial a su chef, la cara visible del lugar.
Vinito, chinchineo y platitos, fue inaugurado en enero del año pasado y, con su propuesta centrada en diferentes variedades de vinos con platos de autor para comer al estilo “tapeo”, cautivó los paladares de los platenses desde el primer día. El local siempre estaba lleno y la demanda era tanta que, en ocasiones, se instalaban mesas en la rambla de la diagonal.
En dicho posteo se afirmaba que el dueño -Alejandro Fernández- había decidido cerrarlo sorpresivamente, a pesar del éxito de la propuesta. La decisión, según afirmó Casinelli en el posteo, dejaba sin trabajo a unas 13 personas, con ella incluida.
“Con mucho dolor tengo que informar que el propietario de Vinito, decidió de manera abrupta y sin previo aviso, cerrar”, informó la chef del restaurante en la cuenta de Instagram y agregó que la decisión “deja sin trabajo a 13 personas y sin instancia previa de diálogo”. En esa oportunidad, 0221.com.ar contactó a Casinelli para conocer más acerca de la situación pero no respondio a la consulta.
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A pesar del éxito de la propuesta, el restorán cerró debido a desacuerdos entre sus socios.
LA VERSIÓN DEL DUEÑO DE VINITO
Tras publicarse la noticia, Alejandro Fernández pidió derecho a réplica a este medio y contó su versión de los hechos. Según informó, él no pertenecía al mundo de la gastronomía y se interesó cuando Casinelli le propuso crear Vinito. La conocía desde hacia años ya que era la pareja de un amigo. En esa sociedad que ella propuso, él pondría el capital y no tendría que trabajar, "solo recibir las regalías" y ella llevaría adelante la propuesta.
Sin embargo, a poco de abrir, la sociedad no funcionó como estaba planteada, informó Fernández. En su relato, el socio cuenta que a poco de abrir Vinito "las actitudes cambiaron muy fuertemente y empecé a sentir maltrato y mucho ida y vuelta". Siguiendo el relato de Fernández, la relación entre ambos se fue desgastando al punto tal que a mediados de año dejó de ir al restorán y contrató a una gerenta para que lo administrara pero también a ella se le hizo imposible el trato.
Además, el socio capitalista aclaró que, si bien el restorán siempre estaba lleno, los gastos eran altos, en ocasiones "desmedidos" y él no pudo recuperar la inversión. De hecho, afirmó que durante dos meses tuvo que poner de su dinero para cubrir sueldos de empleados y hasta le llegó un embargo. "Cuando me quise ir era imposible. Si quería seguir, ya no podía usar la marca. No tenía mucho sentido. Estuvimos viendo ideas hasta que en enero decidí cerrar", afirmó Fernández.
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La propuesta de Vinito estaba centrada en diferentes variedades de vinos con platos de autor para comer al estilo “tapeo".
Lo que lo llevó a tomar la decisión de cerrar fue darse cuenta de que la relación con su socia no iba a mejorar. Por ese motivo, cuanto decidió cerrar, pidió hablar con los empleados para comunicárselo pero la información les llegó antes, afirma. “Yo quería acercarme a contárselos a los chicos, ella se adelantó; lo que no estuvo bueno. Después pude acercarme para avisarles que cerraba el bar, que les reconocía hasta el 1° de febrero y se les iban a liquidar todas las indemnizaciones al día, respetando todo de acuerdo a la ley".
Consultado por el diálogo con Casinelli, respondió que no lo tiene y agregó: “Estoy con asesoría legal porque la confianza está completamente rota. Yo hablé con ella sobre cómo cerrar y le pedí que me ayudara. Me dijo que sí y me terminó engañando con las fechas y tratando de ponerme a la gente en contra. No quiero tener más diálogo con ella. Hablé personalmente con cada empleado para arreglar la situación de cada uno. No estoy en conflicto con los empleados, al contrario, tengo un excelente diálogo”, cerró.