En la última gala de expulsión, el único integrante de La Plata que quedaba Gran Hermano fue expulsado y tuvo un gesto llamativo al llegar al estudio.
Este domingo se desarrolló la última gala de expulsión y el único integrante de La Plata que todavía quedaba, Darío Corti, fue expulsado por decisión del público, que votó de forma negativa. Con su salida, se termina la esperanza de los platenses de ver a un coterráneo en la final de la casa más famosa del país.
Darío no había participado desde un primer momento del reallity sino que había ingresado el 4 de marzo, con una "tanda nueva" que incluyó a Florencia, Mauro, Paloma y Damián. El platense tiene 4 hijos y se dedica al rubro automotor desde hace casi 20 años.
Con su salida, se conocieron los tres finalistas del reality. Estos son Nicolás, Emmanuel y Bautista, quien ganó el mano a mano en el final.
Ahora la decisión queda en manos del público. En tanto, los finalistas comenzarán esta semana la campaña para que la gente emita su voto de forma positiva y así convertirse en el ganador de la edición 2024 del programa más visto de la televisión argentina.
Además, se supo que habrá sorpresas y entradas de ex jugadores, que ingresarán para poder ayudarlos en sus últimos días a convencer al público de que los voten.
Al llegar al estudio donde se desarrollaba la última gala de eliminación, el platense Darío Corti tuvo una actitud que llamó la atención ya que era contraria a su modo de proceder en la casa. Como todos los participantes expulsados, llegó al estudio a bordo de un vehículo auspiciado por Cabify, la app de transporte.
Con gesto serio, Darío, procedió a abrir la puerta para bajar del auto. A diferencia de lo que se vio durante su estadía en la casa, en la que se mantuvo tranquilo y de buen humor y, con frecuencia, se lo escuchó hacer bromas, en esta oportunidad mantuvo una expresión seria y hasta ofuscada.
Dicha expresión se acentuó aún más al bajar del auto, momento en el que pegó un fuerte portazo y se dirigió con el seño fruncido y paso rápido hacia el interior del estudio donde lo esperaban. La curiosa secuencia dejó traslucir que la decisión de "El Supremo", como suelen decirle a los votantes de Gran Hermano, de dejarlo afuera de la casa no le gustó nada al único platense que quedaba en carrera.
El platense de 57 años está casado desde hace más de 30, y tiene cuatro hijos y un nieto. Trabaja hace más de veinte años en el rubro automotor: “Estar incomunicado es todo un tema y eso me parece interesantísimo”, contó en su presentación, y agregó: “No soy nivel chef, pero te hago lo que quieras nivel hogar”, dijo sobre sus habilidades.
Él mismo reveló durante las primeras horas de su ingreso a la casa, que práctico varios deportes en su juventud entre los que se encontraban el básquet y el rugby, pero que, además, jugó al fútbol y lo hizo en las divisiones juveniles de Estudiantes, quedando a un paso de ser profesional, pero finalmente su carrera quedó trunca.
El otro dato particular, tiene que ver con que su hija Sofía está casada desde el año 2020 con un ex jugador de Estudiantes, como lo es Francisco Apaolaza de quien es el suegro.