El noviazgo que comenzó con un insólito pasacalles en La Plata se volvió viral en los últimos días. Vanesa, Gabriel y una forma particular de expresar su amor.
El amor tiene mil formas de expresarse, pero en La Plata se escribió una de las más originales. Un pasacalles con una frase irreverente que se volvió viral y terminó marcando el inicio formal del noviazgo entre Vanesa y Gabriel, dos apasionados del boxeo.
La historia comenzó en el Club Brandsen, donde ambos entrenaban sin cruzarse demasiado hasta que una juntada en julio de 2023 los acercó. Entre chistes, química inmediata y un beso contra una columna, nació la chispa que los transformó en inseparables. Con el tiempo, Vanesa pidió ponerle nombre a la relación.
Cascote Bértola es de La Plata y capitán del Estrella y Manuel, que junto a casi 50 embarcaciones, planean entrar a la Franja de Gaza en las próximas horas.
Cuando casi no quedaba nadie en el Estadio UNO, un nene de Estudiantes recibió del propio Giorgian De Arrascaeta, su camiseta de Flamengo.
Durante una cena con compañeros del gimnasio, ella le reclamó en público a Gabriel que necesitaba "la pregunta". Él, dubitativo, prometió hacerla en un feriado. Pero como nunca llegaba, Vanesa decidió tomar la iniciativa y desplegar toda su creatividad: así nació el "Operativo Leo Mattioli".
Con la complicidad de amigos y una organización casi cooperativa, armaron un cartel con la frase que la define: "Se me llenó la tanga de baba cuando te vi sonreír. Gaby, ¿querés ser mi novio? Vale hasta el 1° de mayo". Lo colgaron en la entrada del club, el lugar donde se conocieron.
El 15 de marzo de 2024, Vanesa apareció bajo el pasacalles con una rosa en la mano, vestida al estilo del cantante de cumbia santafesina. Cuando Gabriel llegó, el barrio entero fue testigo: bocinazos, fotos, aplausos y un beso sellaron la escena. El cartel no tardó en viralizarse en las redes platenses.
La presión social no fue poca. Incluso páginas locales recordaban el plazo escrito en el cartel: el 1° de mayo. Finalmente, en esa fecha, Gabriel apareció en la casa de Vanesa con golosinas y el mismo pasacalles. Allí estampó su respuesta definitiva: "Sí, quiero. Hagamos de esa tanga un océano".
Hoy, Vanesa y Gabriel disfrutan de su noviazgo con humor, complicidad y la certeza de que su historia ya quedó inmortalizada en el folclore romántico de La Plata. Una declaración que parecía un chiste terminó siendo la prueba de que lo que se hace con amor nunca falla.