La herencia maldita de Ricardo Barreda, el odontólogo que en 1992 asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en su casona de La Plata, sigue sumando controversias en la Justicia. La reciente reactivación de las causas sucesorias reveló la existencia de dos testamentos, lo que suma un nuevo capítulo a la pelea legal por sus bienes.
El periodista Pablo Marti Krenz, quien acompañó a Barreda en sus últimos años, aseguró en declaraciones al portal Infobae que existen dos documentos sucesorios: uno a favor del abogado platense Eduardo "Pipa" Gutiérrez, quien falleció en enero de 2024, y otro que beneficiaba a un psicólogo del Patronato de Liberados de apellido Clara, domiciliado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). “El abogado lo resguardaba para evitar que lo despojaran en vida”, afirmó Krenz.
Tras la muerte de Barreda en 2020, se inició una sucesión en el Departamento Judicial de San Martín, otra distinta a la que tramita en La Plata; y en ese marco la Justicia citó a los dos beneficiarios.
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El abogado Eduardo Gutiérrez fue uno de los defensores jurídicos de Ricardo Barreda.
Como el testamento de Gutiérrez es posterior tendría mayor validez legal, sin embargo el psicólogo impugnó el documento alegando que, al momento de su firma, Barreda podría haber padecido insanía. La muerte de Gutiérrez sumó otro obstáculo, generando una nueva sucesión y agregando mayor complejidad al proceso.
Herederos y declaratoria
A pesar de los testamentos, los herederos de la herencia de Barreda provienen del linaje de su suegra, Elena Arreche, a quien el femicida más odiaba.
En el Juzgado Civil y Comercial Nº 17 de La Plata se estableció la declaratoria de herederos. Según el fallo, la herencia de las víctimas recae sobre los sobrinos y primos hermanos de Arreche y de la esposa de Barreda, Gladys Elena Margarita Mac Donald.
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Las víctimas de la masacre en La Plata.
El odontólogo fue declarado indigno, por lo que no pudo recibir herencia alguna.
Los bienes en disputa
Los bienes que integran la sucesión incluyen:
- La casona de calle 48 entre 11 y 12 en La Plata, donde ocurrió la masacre y que hoy está abandonada.
- Una propiedad en Mar del Plata que fue usurpada.
- Un terreno en la provincia de Buenos Aires.
- Tres vehículos: un Ford Falcon verde, un auto DKW y una moto Siambretta.
Expropiación de la casona
En 2014, la Legislatura bonaerense aprobó la expropiación de la casona de La Plata. A raíz de esto, Barreda inició una contrademanda de expropiación inversa, reclamando el valor de mercado de la propiedad, que era hasta diez veces superior al monto fiscal establecido por ARBA.
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La casona de 48 entre 11 y 12 permanece en estado de abandono.
Tras la muerte del femicida, los herederos continúan con la disputa para obtener una indemnización mayor. La Fiscalía de Estado bonaerense interviene en el pleito, ya que la propiedad es ahora parte del patrimonio provincial.
El caso en la justicia
Tal como anticipó 0221.com.ar en exclusivo los expedientes se reactivaron luego de la declaratoria de herederos. La causa principal tramita en el Juzgado Contencioso Administrativo Nº 3 de La Plata, donde se discute el valor de la expropiación: precio fiscal o de mercado.
En paralelo, la propiedad de Mar del Plata también genera conflicto, ya que fue usurpada tras la condena de Barreda y aún permanece en esa situación. En esa ciudad, el femicida tenía una relación con otra mujer, sumando un eslabón más a su historia personal cargada de violencia y manipulación.
Un legado macabro
El cuádruple femicida Barreda pasó sus últimos días en un geriátrico de José C. Paz y aseguraba no recordar los asesinatos. Su figura generó un fenómeno de idolatría en ciertos sectores, a pesar del avance del feminismo y de la lucha por la memoria de las víctimas.
Mientras la justicia define el destino de su herencia, su legado sigue envuelto en controversias y litigios. La pelea por los bienes del cuádruple femicida parece lejos de llegar a su fin.