viernes 05 de septiembre de 2025

El recuerdo de la marcha por el boleto estudiantil, inspiradora de La Noche de los Lápices

El 5 de septiembre de 1975 estudiantes de distintas escuelas de La Plata reclamaron en la calle. La crónica periodística y el recuerdo de los protagonistas.

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Este viernes 5 de septiembre se cumplen 50 años de la marcha en La Plata por el boleto estudiantil. Un hecho cuya dimensión, aparentemente menor en el momento en el que ocurrió, creció hasta el infinito y atravesó a todas las generaciones de adolescentes y jóvenes como símbolo de militancia por versión —una década más tarde— del libro y la película La Noche de los Lápices.

Se narra en esas producciones las historias de un grupo de estudiantes secundarios que participaron de esa marcha frente al Ministerio de Obras Públicas, en 7 entre 58 y 59. Adolescentes que por su militancia en distintas organizaciones políticas fueron secuestrados un año después, en operativos que se registraron a lo largo de varios días de septiembre de 1976. Seis de ellos siguen desaparecidos y hoy son bandera en las movilizaciones de cada 16 de septiembre, día que concentró la mayor cantidad de secuestros: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro.

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Aquel día también fue viernes. El arranque de un fin de semana que pasaría a la historia por otro hecho que quedaría marcado en la cultura popular argentina. A poco más de 50 kilómetros, en el mítico Luna Park, los jóvenes músicos Charly García y Nito Mestre daban los dos shows de despedida que más tarde saldrían en el disco Adiós Sui Géneris.

La movida hacia Obras Públicas incluyó la presencia de estudiantes de varias escuelas de La Plata, Berisso y Ensenada, entre ellos el Bachillerato de Bellas Artes, el Colegio Nacional, La Legión, los normales y algunas escuelas técnicas.

marcha Noche de los Lápices Obras Públicas
El Ministerio de Obras Públicas, el lugar de la marcha en La Plata por el boleto estudiantil en 1975 y todos los 16 de septiembre

El Ministerio de Obras Públicas, el lugar de la marcha en La Plata por el boleto estudiantil en 1975 y todos los 16 de septiembre

La versión periodística

El testimonio de Pablo Díaz en el Juicio a las Juntas Militares en 1985 sobre el tiempo de su cautiverio en los denominados “pozos” de Arana y Banfield tras ser secuestrado el 21 de septiembre de 1976, fue el que puso sobre la mesa pública la marcha de 1975 que los estudiantes realizaron frente al Ministerio de Obras Públicas, como antecedentes de las desapariciones del año siguiente.

Hasta ese momento aquello había quedado en el pasado casi como un episodio menor que no mereció más que un espacio secundario en la página 2 de la edición del diario El Día del 6 de septiembre, bajo el título “Hubo incidentes durante una manifestación de estudiantes secundarios”.

En aquella página recargada de texto, la noticia —sin registro fotográfico— competía en importancia con una visita de Lorenzo Miguel, entonces líder del nucleamiento sindical conocido como “Las 62 organizaciones”, a la presidenta María Estela Martínez de Perón. La única imagen en la página de tamaño sábana era los trabajadores de la Hilandería Olmos-Petroquímica Sudamericana, que también marcharon para rechazar suspensiones y despidos.

Diario Marcha Boleto Estudiantil
La nota periodística al día siguiente de la marcha por el boleto estudiantil en La Plata

La nota periodística al día siguiente de la marcha por el boleto estudiantil en La Plata

“Se registraron ayer incidentes —que no pasaron a mayores ni arrojaron lesionados— durante una concentración realizada por estudiantes secundarios frente al Ministerio de Obras Públicas, con el propósito de gestionar una rebaja en el precio del boleto en el transporte urbano e interurbano”, arrancaba aquella cobertura periodística.

Y agregaba que “los estudiantes se habían congregado en el lugar mientras se montaba una severa vigilancia policial en las inmediaciones”. Los incidentes a los que remite el título se dieron —según la crónica— cuando una delegación de diez alumnos se dirigía a dialogar con el directo de Transporte provincial. “Se produjo la rotura de uno de los vidrios de entrada del edificio, por lo cual, tras escenas confusas, la Policía actuó lanzando gases lacrimógenos que motivaron la rápida desconcentración de los estudiantes”, agrega.

El relato periodístico avanza sobre las negociaciones de aquel día, mucho de lo cual coincide con lo expuesto en el libro que escribieron María Seoane y Héctor Ruiz Núñez que luego se convirtió en película. Y con parte del testimonio de Pablo Díaz.

Se produjo la rotura de uno de los vidrios de entrada del edificio, por lo cual, tras escenas confusas, la Policía actuó lanzando gases lacrimógenos que motivaron la rápida desconcentración de los estudiantes Se produjo la rotura de uno de los vidrios de entrada del edificio, por lo cual, tras escenas confusas, la Policía actuó lanzando gases lacrimógenos que motivaron la rápida desconcentración de los estudiantes

Cuenta sobre un reagrupamiento de los estudiantes en la esquina de 8 y 58 y del inicio de las conversaciones con el entonces director de Transporte provincial, Juan Carlos Schiff, a quien le hicieron el pedido de rebaja en el transporte interurbano. El funcionario —dice la crónica— adelantó que el gobierno consideraba la aplicación de una tarifa diferenciada en algunos horarios, destinada esencialmente a estudiantes y trabajadores.

“Finalizada la audiencia, los manifestantes se desconcentraron en orden sin que se registraran nuevos incidentes. Pudo saberse que durante los sucesos registrados con anterioridad no hubo lesionados”, agrega y avanza sobre negociaciones paralelas en el Senado bonaerense y en el Concejo Deliberante. "Un grupo de estudiantes se reunió con el titular de la Cámara baja Arturo Ares, quien se comprometió a apoyar las gestiones, y otro con los concejales Luis Consolini y Rodolfo Mariano del Frejuli, Pedro de la Canal de la UCR y Raúl Torchio de APR, quienes informaron sobre la existencia de un proyecto de ordenanza de boleto reducido para estudiantes secundarios.

Aquella lucha terminaría en triunfo, ya que días más tarde la Provincia sancionó el decreto implementando el boleto estudiantil secundario en la región de La Plata, Berisso y Ensenada, y lo mismo hizo la Municipalidad de La Plata.

La Noche de los Lápices película
La escena de la película La Noche de los Lápices que recrea la marcha del 5 de septiembre de 1975 por el boleto estudiantil

La escena de la película La Noche de los Lápices que recrea la marcha del 5 de septiembre de 1975 por el boleto estudiantil

Las memorias de la marcha por el boleto estudiantil

El testimonio de Pablo Díaz que articula el libro y la película, o de los sobrevivientes como Emilce Moler y Gustavo Calotti quienes sumaron sus voces más adelante, sirven para reconstruir y poner en contexto aquella marcha de hace 50 años que inicialmente quedó ligada como causa directa de las desapariciones de los jóvenes, al punto que en crónicas de años posteriores llegó a publicarse que ambas ocurrieron el mismo año, en septiembre de 1976.

El libro menciona una asamblea la tarde previa, en un aula del Normal 2, con una participación de más de 300 alumnos, donde se votó por unanimidad la marcha del 5 de septiembre con el cartel unificador de la CES (Coordinadora de Estudiantes Secundarios).

“Los del Industrial iban con limas, sus overoles, sus reglas ‘T’; los normales con sus guardapolvos, sus carpetas; el Nacional, mayoritariamente varones que marchaban con saco y corbata de nudo ancho; los del Bellas Artes, como serían futuros artistas, con ropas informales las chicas, y conjuntos de pantalón y campera de jean los varones”, se cuenta en el capítulo “Con los pies en la calle”.

Los del Industrial iban con limas, overoles y reglas ‘T’; los normales con guardapolvos; el Nacional con saco y corbata de nudo ancho; los del Bellas Artes, informales Los del Industrial iban con limas, overoles y reglas ‘T’; los normales con guardapolvos; el Nacional con saco y corbata de nudo ancho; los del Bellas Artes, informales

Y agrega: "Bellas Artes y ‘la Legión’ marcharon desde Plaza Dardo Rocha por la calle 7 hasta la 58. El Normal 33 cruzó la calle y el Nacional y los industriales se acercaron por 7 hacia 59”. Esa crónica, que después se reflejaría en la película, menciona la participación de “más de tres mil estudiantes”. Y coloca en escena a los carros de la guardia de infantería que esperaban en el parque del Ministerio y a la Policía Montada que aguardaba en la esquina de 7 y 59 “lista para cargar”.

En esas páginas se recoge el testimonio de Díaz tras los gases lacrimógenos disparados con la excusa de la supuesta rotura de un vidrio. “Mientras nos dispersábamos corriendo, tiramos piedras y les devolvimos algunos cartuchos de gas”, dice.

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Pablo Díaz —a la izquierda— referencia de la militancia estudiantil en La Plata, en una de las marchas por La Noche de los Lápices

Pablo Díaz —a la izquierda— referencia de la militancia estudiantil en La Plata, en una de las marchas por La Noche de los Lápices

Las artimañas para movilizar a los estudiantes

Gustavo Calotti, uno de los sobrevivientes de la Noche de los Lápices, cuyo secuestro fue el 8 de septiembre de 1976, antes de la saga de detenciones de los jóvenes que nunca más aparecieron, pone en duda la rotura del vidrio que aparece en la crónica periodística y en el libro como desencadenantes de la represión de ese día. “Es ilógico que eso ocurriera ya que una delegación iba a ser recibida”, responde a la consulta de 0221.com.ar.

Calotti tiene más presente los días previos a la marcha, la preparación. “Habíamos creado esa coordinadora —por la CES— que funcionaba de manera semiclandestina, con algunos delegados por cada colegio secundario. Seríamos unos 30 y nos reuníamos donde conseguíamos, generalmente en escuelas secundarias”, dice y cree recordar encuentros en la escuela técnica de 7 y 526 y en el Normal 3 de calle 8 entre 57 y 58.

Gustavo Calotti
Gustavo Calotti militaba en la UES cuando participó de la organización de la marcha por el boleto

Gustavo Calotti militaba en la UES cuando participó de la organización de la marcha por el boleto

Y pone el foco en el contexto político y económico. “Vivíamos una crisis económica bastante grave, por lo que la reivindicación por el boleto estudiantil era muy válida”. También habla del temor a la represión que ya se vivía “por la presencia de las bandas parapoliciales, como la CNU”.

Pero aporta otros detalles que marcan el clima de época y el rol de los estudiantes más comprometidos con la militancia, nucleados en la UES (Unión de Estudiantes Secundario), quienes lograron la movilización del resto. “Establecimos estrategias para levantar a los estudiantes, para que salieran a la calle, porque muchos estaban en otra cosa”, recuerda. Para el día establecido organizaron distintos artilugios y artimañas, como “cajas panfleteras y pastillas de gamexane”, para lograr que las escuelas cierren y sacar a los alumnos a la calle. “Así los movilizamos”, dice.

Con cajas panfleteras y pastillas de gamexane logramos que las escuelas cierren para poder movilizar a los pibes Con cajas panfleteras y pastillas de gamexane logramos que las escuelas cierren para poder movilizar a los pibes

Las imágenes borrosas

“Lo que me acuerdo y lo que no me acuerdo, está todo en mi libro”, responde Emilce Moler, otra de las sobrevivientes. Habla de “La Larga Noche de los Lápices”, su libro en el que aporta a través de relatos breves, a modo de diario íntimo, su propia versión de aquellos trágicos hechos que la llevaron de la militancia estudiantil al secuestro y la desaparición y a los traumas de la supervivencia cuando fue liberada y luchó por rearmar su vida.

Es una mirada preocupada en remarcar que no fue el boleto estudiantil la causa de la desaparición de ese grupo de jóvenes. “El relato de víctima inocente sigue muy fuerte y pasará más tiempo, por eso dejarlo escrito era importante para mí. No es una negación, porque los compañeros están desaparecidos, porque sufrimos las cárceles, pero recreando que éramos militantes políticos”, había dicho a 0221.com.ar cuando presentó el libro.

El capítulo en el que habla de la marcha del 5 de septiembre se titula "No me acuerdo". Y arranca: “No me acuerdo. Lo intenté cientos de veces, pero no me acuerdo”. “Tengo imágenes de ese día, muy pocas. Me veo en la marcha, caminando junto a otros compañeros; charlaba… ¿con quién?, ¿qué ropa tenía puesta? No me acuerdo. Caminaba tranquila por la mitad de la columna. Era el año 75, una tarde, estaba templado”, escribe.

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Emilce Moler, en uno de los actos frente al Ministerio de Obras Públicas

Emilce Moler, en uno de los actos frente al Ministerio de Obras Públicas

Y lanza preguntas con respuestas difusas. “¿Dónde estaban en la marcha Claudia y Panchito?”, por López Muntaner y Falcone. “¿Cómo habían hecho para que los dejaran salir de la escuela?” y la respuesta tal vez ya la dio Calotti con su artimañas. "¿Quién la encabezaba? ¿Serían Alfredito, Pomelo, algún otro compañero de la Escuela Técnica? ¿Hubo corridas? ¿La policía reprimió?”.

“Tengo imágenes borrosas en las que nos alejábamos y después volvíamos”, agrega. “¿Qué canciones cantábamos? Lo hablamos tantas veces con varios ex compañeros de la UES de La Plata y ninguno se acuerda haber cantado ‘Tomala vos, dámela a mí por el boleto estudiantil’”, responde a la versión del libro y la película. Y marca que "la militancia de la UES en aquellos primeros años de democracia ni se nombraba; nadie quería decirlo, no se podía ni hablar de eso". "Pocos compañeros habían asumido su militancia estudiantil o en organizaciones comprometidas con la lucha armada; era entendible, éramos 'la peste'", agrega.

¿Dónde estaban en la marcha Claudia y Panchito? Ellos iban al turno tarde del bachillerato: ¿Cómo habían hecho para que los dejaran salir de la escuela? ¿Quién la encabezaba? ¿Dónde estaban en la marcha Claudia y Panchito? Ellos iban al turno tarde del bachillerato: ¿Cómo habían hecho para que los dejaran salir de la escuela? ¿Quién la encabezaba?

“Estrujo el pasado y tengo miedo de inventar algún detalle para poder decir algo más de esa marcha. Tantas veces me han preguntado sobre ese día… Trato de ser fiel a mis recuerdos, que son tan pocos”, dice y reconoce la molestia que le generó no tener imágenes más precisas. "Hasta el año 85 no había recordado nunca más la marcha del boleto estudiantil".

Ese año la marcha del 5 de septiembre de 1975 "apareció en el relato de Pablo Díaz durante el Juicio a las Juntas", dice Emilce y sabe que desde entonces, más allá del vínculo real de la movilización con las desapariciones de sus compañeros, aquel día quedó marcado a fuego hasta hoy como legado de militancia para los estudiantes secundarios.

Imagen de portada: escena de la película La Noche de los Lápices

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