El fallecimiento de la artista plástica Cristina Soria de Bellone despertó dolor en ámbitos artísticos y culturales de La Plata. Su formación, su proyección internacional y la tarea desarrollada en instituciones de la región consolidaron una trayectoria reconocida por críticos y colegas.
Soria de Bellone nació en La Plata el 4 de abril de 1941, en un hogar donde el arte formó parte del lenguaje cotidiano. Su madre, la escultora Aída Soria, fue quien le impartió las primeras lecciones y despertó la sensibilidad que luego marcaría para siempre su destino creativo.
Su educación escolar transcurrió en la Escuela Sagrada Familia y el Colegio Eucarístico. En paralelo, comenzó su formación artística en el taller familiar y más tarde estudió con los maestros Carlos Cañás y Carlos Pacheco. También incorporó técnicas de la pintura china de la mano del profesor Roberto Curto, ampliando así su universo estético.
De La Plata al mundo: reconocimiento internacional
El acompañamiento de su familia -su esposo Roberto Bellone, su hijo Roberto Luis y sus nietas Juana Laura y Catalina- fue el sostén afectivo de una vida dedicada por completo a la creación. Desde 1979 participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Argentina y en países como Japón, Estados Unidos, España, Italia, Brasil, Polonia, Canadá y Suiza. En Lugano, la venta total de sus obras se convirtió en un hito que confirmó su proyección internacional.
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La muerte de Cristina Soria de Bellone provocó muestras de profundo pesar en distintos ámbitos artísticos y culturales de La Plata
Su trabajo recibió distinciones en Buenos Aires, Nueva York, Río de Janeiro, Quebec, Japón, Italia y España. Además, fue convocada como jurado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Museo Provincial de Bellas Artes, reconocimiento que consolidó su lugar en el mundo artístico.
Artista patrimonial del Museo Municipal de Arte de La Plata y del Museo Beato Angélico, sus piezas integraron colecciones privadas y museos como el Museum of Américas (Miami) y el Museo Epeo (Italia). Desde 2016 llevó adelante una valiosa tarea como Mediadora Artística en el grupo PensArte.
También formó parte de la Peña de las Bellas Artes. Frente a la tela en blanco encontraba su lugar en el mundo, y cuanto más desafiante era la obra, mayor era su fascinación. Su imaginación, la rigurosidad técnica y la sensibilidad que la acompañó desde la infancia dieron forma a un legado que, según distintos críticos, perdurará por sus notables valores estéticos.