El exdirigente de Estudiantes falleció a los 86 años. Estuvo al frente del club en los 80 y tuvo un papel clave en la llegada de Carlos Bilardo como técnico.
El histórico dirigente de Estudiantes Raúl Correbo, quien ocupó la presidencia del club en 1981, falleció en las últimas horas a los 86 años. El directivo es recordado porque durante su gestión impulsó la contratación de Carlos Bilardo como director técnico. Además, fue reconocido como Ciudadano Ilustre de La Plata.
Correbo tenía 86 años. Además de su rol como presidente, había ocupado cargos previos en la institución, como secretario durante la gestión de Ignacio Ercoli. También fue dirigente de otras instituciones locales, entre ellas el club Etcheverry y Juventud.
Joaquín Correa quedó a un paso de llegar al Botafogo y esto causó una gran desilusión en los hinchas de Estudiantes, quienes esperaban su regreso.
El escribano Correbo nació el 25 de abril de 1939 y desarrolló una extensa trayectoria comunitaria. Fue miembro del Rotary Club, del Colegio de Escribanos, de la Fundación Estadio Ciudad de La Plata y del movimiento La Plata de Pie, entre otras organizaciones platenses.
Sus restos serán velados este jueves entre las 8.30 y las 12 en la casa VBoccia, ubicada en 57 entre 5 y 6.
El 1° de enero de 1982, Carlos Salvador Bilardo viajó a Inglaterra con el objetivo de gestionar la incorporación de Alejandro Sabella a Estudiantes de La Plata. En su autobiografía Doctor y Campeón, Bilardo recuerda que emprendió el viaje con apenas 2.000 dólares, de los cuales “mil me los había dado el presidente de Estudiantes, Raúl Correbo y los otros eran míos”. Ese aporte inicial de Correbo fue el respaldo económico con el que comenzó la negociación por el pase del jugador.
Bilardo ya había hablado previamente con Sabella y, según cuenta, “ni bien llegué a Leeds, le expliqué mi proyecto”. El jugador, por su parte, se encargó de organizar el encuentro con los dirigentes del club inglés.
Bilardo, con Sabella como traductor, se reunió con los dirigentes de Leeds y tuvo una estrategia particular. Según describió, “ellos aparecieron con sus esposas, arregladas para salir: era el día libre. Al ver a las mujeres preparadas para pasear, se me ocurrió que, si la discusión se dilataba, podía cerrar un buen acuerdo, porque los tipos, presionados por sus parejas que esperaban en un coche, iban a decir que sí a cualquier propuesta con tal de irse rápido. De 250.000 dólares, bajamos a unos 150.000”.
Una vez acordada la operación, Bilardo entregó 1.000 dólares para el pasaje del jugador y otros 1.000 directamente a Sabella. “Anuncié que la operación se realizaría una vez que el futbolista fuera revisado por los médicos de Estudiantes”, señaló. Luego, al terminar la reunión, le pidió a Sabella que le devolviera el dinero: “¡No me había quedado nada, no tenía ni para comer!”.