Investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) desarrollaron una vacuna de tercera generación contra la tos convulsa. El proyecto está encabezado por la doctora Daniela Hozbor y demostró ser seguro, inmunogénico y efectivo en pruebas preclínicas realizadas en animales.
La vacuna se basa en vesículas de membrana externa derivadas de la bacteria Bordetella pertussis, causante de la enfermedad. Esta tecnología permite su aplicación nasal, lo que representa un avance frente a las fórmulas actuales. Ya fue patentada en Estados Unidos y Brasil.
Hozbor, es la directora del laboratorio Vacunas Salud (VacSal) del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular, de la UNLP, y señaló que la nueva vacuna no solo protege contra la forma grave de la enfermedad, sino que también reduce la colonización en las vías respiratorias superiores, lo que disminuye su transmisión entre personas.
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Daniela Hozbor, directora del laboratorio Vacunas Salud de la UNLP encabeza el proyecto de la vacuna para la tos convulsa
Los avances de los científicos sobre la tos convulsa
Aunque existen vacunas contra la tos convulsa, se ha observado un resurgimiento de la enfermedad en las últimas décadas, incluso en personas vacunadas. Esto se debe a que la inmunidad conferida no es permanente ni impide totalmente el contagio.
Los resultados obtenidos en el laboratorio mostraron que la formulación basada en vesículas de membrana externa representa un candidato prometedor. “Superan las debilidades de las vacunas actuales”, afirmó Hozbor al referirse a los ensayos realizados.
La enfermedad puede afectar a todas las edades, pero los bebés sin esquema completo de vacunación son los más vulnerables. En Argentina, el calendario contempla varias dosis durante la infancia, la adolescencia y en grupos de riesgo como embarazadas y personal de salud.