En "No es una copia" debatieron sobre redes, soledad y el fenómeno WoW, una propuesta local para conocer gente más allá del algoritmo de Tinder.
La hiperconectividad no siempre conecta. Así lo dejaron en claro en el programa de stream No es una copia, donde analizaron junto a la psicóloga y psicodramatista Guillermina Gordoa cómo las redes sociales, lejos de acercar, muchas veces generan más distancia y soledad.
Desde este diagnóstico nació WoW, una propuesta que invita a conocer gente cara a cara en La Plata.
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"La tecnología venía a agilizar los vínculos, pero nadie entiende el código de las redes", se lanzó en la mesa de No es una copia. Gordoa, creadora de WoW, explicó que muchos se sienten perdidos en el lenguaje de Instagram, el “me gusta” como signo de interés y la eterna confusión sobre qué se debe hacer ante un like o una historia vista. "Para alguien que se separa después de 15 años de pareja, todo esto es un mundo nuevo", planteó.
WoW surgió como alternativa a las apps de citas. "Hay un agotamiento enorme con esas plataformas. Chateás, chateás y nunca se concreta nada", señaló la psicóloga. En cambio, WoW propone encuentros reales, organizados en bares de la ciudad, con mesas compartidas, juegos para romper el hielo y segmentación por edades. "Queremos volver a lo humano, sin algoritmos", enfatizó.
La idea de "hacer planes solo" también ocupó parte del debate. ¿Salir solo significa querer estar solo? ¿O es un síntoma de una sociedad donde cada vez cuesta más vincularse? Para Gordoa, la clave está en distinguir entre disfrutar la soledad y resignarse a ella. "Hacer planes solo no siempre es elegir estar solo. A veces es no tener otra opción", expresó.
La experiencia de WoW va creciendo. Ya realizaron cinco encuentros grandes y proponen distintos formatos: cenas grupales, rotación de mesas tipo "noches posta", incluso una cata de whisky con menú completo. "En La Plata hay mucha gente sola, sobre todo mayores de 40, que no encuentran propuestas para conocer gente", explicó Gordoa.
WoW se convirtió en una alternativa real en una ciudad donde las salidas suelen ser grupales y cerradas. Algo completamente distinto a Tinder. "Lo que cambia la dinámica es que todos los que vienen tienen ganas de conocer a alguien. Eso ya es un piso de ganas distinto", concluyó Gordoa.