Este viernes 18 de abril se cumplen veinte años del juicio realizado en La Plata en el que la Justicia pidió disculpas a Andrés Calamaro después que fuera sentado en el banquillo tras haber sido denunciado por un comentario durante un recital en Plaza Moreno, que derivó en un extenso proceso judicial.
El 19 de noviembre de 1994, durante los festejos por el aniversario de la ciudad, Calamaro se presentó junto a su banda Los Rodríguez. Minutos después de subir al escenario, pronunció la frase que quedaría para la historia: “Me estoy poniendo tan a gusto que me fumaría un porrito”, frente a una multitud.
La frase provocó una denuncia por parte del abogado platense Alejandro Granillo Fernández, quien lo acusó de promover el consumo de drogas ante la Justicia Federal. La causa se basó en el artículo 12 de la ley 23.737, que sanciona la difusión pública del uso de estupefacientes.
El juicio relámpago en La Plata
El juicio oral se llevó a cabo el 18 de abril de 2005 en los Tribunales Federales de La Plata. Duró apenas media hora. El fiscal desistió de la acusación, argumentando que la frase no constituía un delito. La jueza Ana Aparicio absolvió al músico y le pidió disculpas.
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Andrés Calamaro junto al abogado Joe Stefanolo, durante el juicio en La Plata
El caso había sido sobreseído en primera instancia en 1996, pero continuó por decisión de la Cámara. A lo largo del proceso, Calamaro rechazó alternativas como la probation y sostuvo su inocencia, al considerar que no había cometido ningún delito.