Benjamín Domínguez se consagró campeón con el Bologna y fue registrado con una foto que quedará en su memoria para siempre.
Una imagen que quedará en la historia: Benjamín Domínguez fue captado en pleno festejo del gol que le dio a Bologna el título de la Copa Italia. Mientras calentaba para ingresar, el exGimnasia celebró con euforia el tanto de Dan Ndoye. El delantero fue parte clave en fases anteriores y vive un gran presente en el fútbol europeo.
Una imagen dice más que mil palabras y en este caso lo resume todo: Benja Domínguez, con pechera de suplente, corriendo y gritando con el alma el gol que consagró al Rossoblú campeón de la Copa Italia. La foto lo muestra celebrando eufórico mientras hacía la entrada en calor, justo en el momento en que Ndoye marcaba el 1-0 definitivo ante el Milan, en el arranque del segundo tiempo.
Benjamín Domínguez jugó de titular para la mayor del conjunto albiceleste y se destacó por sus pinceladas dentro de la cancha.
Ese tanto no solo selló el título para el equipo Felsinei, sino que puso fin a una sequía de más de 51 años sin títulos nacionales. La última vez que el club había levantado el trofeo nacional fue en la temporada 1973/74, y anteriormente en 1969/70. Ahora, en 2025, Bologna volvió a gritar campeón, y Domínguez formó parte del camino hacia esa conquista histórica.
Aunque no ingresó en la final, el extremo surgido en el Lobo fue protagonista durante todo el certamen: jugó en los octavos, cuartos de final y en los dos encuentros de semifinales, aportando su dinámica y talento en momentos clave del torneo.
Desde su llegada a Italia, Domínguez ya disputó 27 partidos con la camiseta del Bologna, 16 como titular, en los que convirtió 4 goles y dio 3 asistencias. Su rendimiento también le abrió la puerta a la Selección argentina, donde ya fue convocado por primera vez.
En La Plata, siguen con atención su evolución. Aunque no hay premio económico directo por este título, el Tripero mantiene un 15% de plusvalía ante una futura venta, y podría recibir bonificaciones adicionales si el jugador alcanza ciertos objetivos, como sumar un gol más o completar más partidos.
Por ahora, lo que queda es la postal de la alegría: un joven argentino celebrando con pasión, siendo parte de un momento histórico para un club centenario. La imagen de Benjamín Domínguez, con los brazos abiertos y una sonrisa imborrable, ya forma parte de la historia reciente del fútbol italiano.