Como siempre ocurre en el tramo final de la temporada en el fútbol juvenil, llega el momento de que los jugadores próximos a cumplir 21 años firmen o no su primer contrato profesional. Así las cosas, hay tres pibes de Gimnasia que se preparan para dar el salto importante en su carrera.
Quienes cumplirán su sueño son el defensor central Valentín Peñalva, el lateral derecho Fabricio Corbalán y el extremo por la derecha, Mateo Cardozo, a quien lo acompaña una particular historia desde sus inicios con su sentimiento hacia Gimnasia y a su ídolo de toda la vida: Guillermo Barros Schelotto.
Antes de meternos en esa historia, cabe mencionar que Mateo Cardozo comenzó jugando al fútbol en Asociación Iris y en San Martín de Tolosa, para luego llegar a Gimnasia a los 13 años. El “Negro”, nacido el 26 de junio del 2003 se crio en el barrio de La Granja, barrio de la ciudad de La Plata, tiene como uno de sus sueños conocer a Guillermo, pero ya se dio el gusto de conocer a Gustavo Barros Schelotto. Fue durante uno de los entrenamientos de la reserva en el predio de Estancia Chica, donde actualmente se desempeña. Gustavo se hizo presente y lo pudo ver entrenar.
Su debut en la reserva fue a mediados del año 2021 de la mano de Sebastián Romero, quien era su DT en la divisional por ese entonces, y que fue el mismo que a mediados de este 2023 lo subió a la primera división de Gimnasia y le permitió entrenarse con el plantel superior en su primera pretemporada.
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Cabe recordar, que con la llegada de Leonardo Madelón al cargo de entrenador, Mateo Cardozo fue uno de los juveniles que dejar el plantel superior, y bajaron para seguir entrenándose y jugando junto a la reserva, donde este año marcó 3 goles en 35 partidos, jugando 27 por el Torneo Proyección 2023 y los restantes 8 por la Copa Proyección 2023.