Emilio Franck nació en Pelechuco, Bolivia. En 1943 escapó y llegó a Argentina, donde se instaló en La Plata. Fue maestro masón y socio de Estudiantes.
Emilio Franck nació en 1886, en Pelechuco, un pueblo boliviano a 300 kilómetros de La Paz. Su padre, Carlos Franck, se había instalado allí tras emigrar desde Langmeil, Alemania, en 1870. Luego de su muerte, su hijo escapó de Bolivia, se instaló en La Plata y se hizo hincha de Estudiantes.
En exclusiva con 0221.com.ar, Juan Soldi, el bisnieto de Emilio y tataranieto de Carlos, contó la increíble historia familiar que tiene raíces en tres países y que cuenta con participación en momentos históricos del mundo. Karl Adam Franck, por su nombre de nacimiento, se crió con una familia alemana y en 1870 emprendió viaje a Sudamérica. Primero hizo base en Perú, pero el destino final fue Bolivia, donde en sus primeros 10 años pasó a ser multimillonario y fue una de las únicas personas en encontrar la mítica ciudad El Dorado o Paititi.
A principios del siglo XX, Percival Harrison Fawcett un explorador con fama mundial, llegó a Sudamérica para cartografiar zonas recónditas de Bolivia, Perú y Brasil durante la fiebre del caucho para seguir haciendo descubrimientos en la región. Si bien la información de esas épocas no es exacta, en su instancia en Bolivia, estuvo en Pelechuco con Franck, quienes se hicieron amigos y además, la fotografía más famosa de él, fue tomada en la casa de Carlos y Emilio.
Emilio Franck nació en 1886, en Bolivia, años antes de que Carlos y Percy se conocieran. Si bien el no vivió los años de esplendor de su padre, el descubrimiento de El Dorado, fue antes de que nazca. Lo importante es que coincidió con Percy Fawcett ya que vivía junto a su padre cuando se forjó la amistad y fue una de las últimas personas que lo vio con vida. Esto tiene que ver con que antes que Fawcett emprenda la expedición al Mato Grosso de la que no volvió, quien lo convenció fue Carlos, según la investigación que llevó a cabo Pablo Cingolani, sobre la historia de Carlos Franck.
En diálogo con 0221.com.ar el Bisnieto de Emilio narró la historia de sus antepasados: "Carlos ni bien llegó a Pelechuco hizo un puente que ayudo a una tribu. Esta tribu lo invita a entrar a la grieta de los Andes. De la noche a la mañana y al día siguiente era multimillonario. Era la era del Caucho en Bolivia. Empieza a invertir, compra propiedades y fallece en la pobreza absoluta, según el primo pepe. Hay una herencia y por ella se mataron, asesinatos hay en la historia familiar".
Las macuquinas son la acuñación martillada fue la forma más común de monedas producidas desde la invención de las monedas en el primer milenio a.C hasta principios del período moderno de los siglos XV-XVII. Entre las reliquias que está familia platense con lazos con la historia, están dos ejemplares de ellas. Según la aproximación que se realizó, Carlos Franck descubrió una cueva en los andes orientales con oro.
Su hijo, Emilio, de todo el tesoro encontrado, que convirtió a su padre en uno de los primeros multimillonarios del continente, atesoró dos monedas que sirvieron como intercambio en las compras y ventas.
En 1922 murió Carlos Adam en Pelechuco a sus 69 años y Emilio tomó nuevos rumbos para su vida. Entre sus doce hermanos hubo un crudo momento por la herencia importante de su padre y además, habían otras situaciones por las que corría riesgo en Bolivia.
En 1943, llegó a la Argentina para alejarse de sus hermanos y tomó una decisión "perfecta". La UNLP daba pasos agigantados en la educación universitaria y por eso, un hombre de 57 años llegó a La Plata para continuar con su vida.
Con un buen pasar económico dedicó sus años de vida en recorrer el mundo, con dos paradas importantes en Brasil y Japón, donde estuvo nueve años para escribir sus memorias para que sus hijas Carmen Luz Franck, Elena y Elsa, atesoren y sepan su vida. En cuanto a su vida familiar se casó en 1917, años antes de mudarse. Durante sus años viviendo en Bolivia, se convirtió en Gran Maestro Masón y se mudó a La Plata por está cualidad, a pesar de que pasó a un rol secundario.
En enero de ese mes, iba a marca el camino de la mitad de su familia al firmar la asociación a Estudiantes, club al que representó en campeonatos locales y nacionales de ajedrez, su deporte favorito. Uno de sus personas más cercanas en la ciudad era Pedro Osacar, que fue presidente del club de 1940 a 1946 y de 1949 a 1951 y entre sus obras destacadas, mejoró la sede social del club.
En cuanto al Pincha, fue multicampeón de ajedrez y representó al club en varios países por los que estuvo. Una anécdota para agregar que le suma épica a su historia de vida es que jugó en dos oportunidades contra Alexander Alekhine, un ajedrecista ruso que fue cuatro veces campeón mundial, el día que lo conoció.
"En 2020 ante la situación de estar encerrado en casa, empiezo a sacar las cosas de la tía de mi papa. En 2021 le pregunto a Daniel Soldi, si había algo de valor. Ese mismo día, encuentro las memorias del abuelo de mi viejo. Me entero que su papa fue multimillonario". Carlos Franck, nació en Langmeil, Alemania y en 1870 va a Pelechuco, Bolivia.
"Es un pueblito en medio de los andes orientales, yendo más al amazonas que al pacifico, que está a 3700 MSNM. Para 1880 mi tataraabuelo era el multimillonario más rico de Bolivia. Nos enteramos que en Pelechuco hizo una casa de 30 habitaciones y otra casa en una quinta llamada Queara”, esto decía Juan Soldi, sobre su investigación acerca del pasado familiar y como llegó a enterarse la vida y obra de sus ante pasados.
Años después y luego de una investigación que lo hizo encontrar las memorias de su bisabuelo y las macuquinas incas, el más joven de la familia Soldi se propuso descubrir la verdad y lanza su libro en donde cuenta toda la investigación y monta las pruebas de su descubrimiento, el cual, está en proceso de finalización y a principios del 2025 saldría a la venta: "Odisea Pelechuco: las memorias de Emilio Franck".