A pesar la agónica derrota ante al Bayern Munich, el público de Boca copó nuevamente las tribunas y por primera vez en lo que va del Mundial de Clubes un estadio estuvo completamente lleno. Los organizadores estimaron la presencia de 10 mil fanáticos xeneizes más que los que presenciaron el empate con Benfica.
En el Hard Rock Stadium de Miami se registró una asistencia de 63.587 hinchas, marcando el primer full house de este torneo continental. Además, según datos del presidente de FIFA, Gianni Infantino, hubo cerca de 50.000 seguidores boquenses en el duelo ante las Águilas de Portugal y casi 60.000 en el choque contra los alemanes.
Las cifras convierten al conjunto de la ribera en el equipo con mayor convocatoria hasta el momento en el torneo y destacan la trascendencia de su hinchada a nivel internacional. La multitud azul y oro no solo llenó las tribunas, sino que transformó el ambiente en una extensión de La Bombonera en Florida. Esa energía fue destacada por técnicos y jugadores, incluso por el entrenador del equipo alemán, Vincent Kompany, quien reconoció lo "hostil, en el mejor sentido" de la salida.
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El público de Boca en Miami.
Tras la derrota frente al conjunto de Munich, los dirigidos por Miguel Ángel Russo están obligados a golear al Auckland City el próximo martes y, además, esperar una victoria abultada por parte del Bayern al Benfica para intentar conseguir el segundo puesto del Grupo C y la clasificación a los octavos de final de la competencia.