domingo 20 de julio de 2025
Tapa-Begum-H 20-7
Profesor Rubén Cartier

La historia olvidada de Rubén Cartier, el intendente de La Plata asesinado hace 50 años

Era peronista, y fue elegido en 1973. Era docente y profesor de Historia y Geografía. Lo acribillaron en 1975 en un atentado en plena calle mientras viajaba hacia Buenos Aires para reunirse con el entonces gobernador riojano Carlos Menem y dar apoyo a Isabel Perón

--:--

El lunes 14 de julio de 2025, distintas instituciones realizaron homenajes en memoria de Rubén Cartier, quien fuera intendente de La Plata, elegido en 1973 y asesinado en ejercicio de sus funciones el 14 de julio de 1975. Los actos principales se llevaron a cabo en la Municipalidad y en la sede del Partido Justicialista de la ciudad. Contaron con la presencia de familiares del intendente asesinado, así como de Manuel Luján Balverde, uno de sus colaboradores, quien también murió en el mismo atentado. Su crimen fue el hecho institucional más grave que vivió la ciudad.

Los homenajes fueron especialmente emotivos, no solo por conmemorarse el cincuentenario del crimen, sino porque, por primera vez en cinco décadas, se hablaba públicamente de un suceso de semejante gravedad institucional. No pocas personas se enteraron ahora que un intendente de La Plata había sido asesinado en ejercicio de su cargo , lo cual dejo en evidencia un olvido construido con silencios. Pero el desconocimiento desconocimiento del hecho trágico, y hasta del propio nombre de Cartier, no se limitaba a las generaciones más jóvenes. También sorprendía a contemporáneos, incluso a quienes se consideran sensibles al conocimiento del pasado histórico, entre ellos activistas, militantes y personas comprometidas con la memoria política.

El profesor Cartier

¿Pero quién era Rubén Cartier? Como muchos habitantes de la capital provincial, había nacido en el interior de la provincia de Buenos Aires, en 1919. Como tantos de sus contemporáneos, fue un hijo “natural”, aunque reconocido por su padre. Llegó a La Plata en 1937 desde Chivilcoy y unos años después ingresó a la carrera de Profesorado en Historia y Geografía en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP. Siempre se interesó por la política y en su juventud se había identificado con las ideas de Hipólito Yrigoyen hasta que en 1944 conoció a través de la Cátedra de Defensa Nacional de una UNLP el pensamiento del coronel Juan Domingo Perón.

Cartier Bidegain Calabro
Cartier junto con el gobernador Victorio Calabró y su vice Oscar Bidegain, durante un oficio religioso

Cartier junto con el gobernador Victorio Calabró y su vice Oscar Bidegain, durante un oficio religioso

Cartier comenzó su carrera política como delegado de la Facultad de Humanidades, ante la Confederación General Universitaria (CGU) primera organización estudiantil peronista y en 1950 fue elegido para integrar la Comisión Directiva de la Federaciones Gremiales Universitarias de La Plata como secretario general. Ya con su título de profesor, que sería no sólo una profesión, sino una parte de su nombre para siempre “el profesor Cartier” formó parte de los planteles del Colegio Nacional, la Facultad de Humanidades, la Escuela Superior de Comercio y la Universidad Obrera Juan Domingo Perón. No pudo conservar ninguna de esas cátedras cuando se produjo el golpe de Estado Cívico Militar de 1955. Fue expulsado de todos los cargos por su identidad peronista, los años de persecución durante la autodenominada Revolución Libertadora fueron de repliegue, tiempos para “no asomar la cabeza” como le diría al propio Cartier poco antes de que lo asesinaran, el arzobispo de La Plata, monseñor Antonio Plaza.

Las cosas parecieron calmarse un poco con la llegada a la presidencia de Arturo Frondizi, en 1958. Entonces, el profesor Cartier había vuelto a las aulas –lejos del centro de La Plata– en escuelas secundarias de Magdalena y Brandsen. También cubría algunas horas cátedra en la Escuela Media Nº 3 de Los Hornos, de la cual, años más tarde, llegaría a ser director.

Poco duró la apertura iniciada con el acuerdo Perón–Frondizi. La relación se deterioró rápidamente, y en 1962 el presidente radical intransigente anuló las elecciones en las que habían triunfado los candidatos peronistas bajo el sello de la Unión Popular. Dos años más tarde, el presidente radical del Pueblo, Arturo Illia, impidió —en colaboración con la dictadura de Brasil— el regreso de Perón al país, en lo que se conoció como el Operativo Retorno. Para ese momento, Rubén Cartier había abierto la Unidad Básica N.º 1 en la primera sección de La Plata, como parte activa de ese esfuerzo por facilitar el regreso del líder exiliado.

Durante regimen encabezado por el general Juan Carlos Onganía en 1966, Cartier encontró la forma de sostener su militancia política a través de actividades culturales y educativas. Fundó y dirigió la Escuela Sindical “1 de Mayo”, dependiente de la filial local de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), conducida por Hugo Maldonado. Integró el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas y formó parte de la Comisión Nacional Pro-Repatriación de los restos. En 1968, cuando ganó el concurso para la dirección de la Escuela Media N.º 3 de Los Hornos, otra de las aspirantes a ese cargo lo denunció ante la Dirección General de Escuelas por su extracción peronista. Los estragos de la proscripción se prolongaban en el tiempo y se reflejaban en la micropolítica, con efectos que también llegaban al interior cada vez más complejo del peronismo de comienzos de la década de 1970.

Candidatura a la intendencia

El 17 de noviembre de 1972, Juan Perón volvió a pisar suelo argentino después de diecisiete años, con el objetivo de organizar un amplio frente político liderado por el peronismo. Aunque su proscripción seguía vigente, buscaba conformar listas encabezadas por referentes del justicialismo para las elecciones previstas para el 11 de marzo del siguiente año.

Cartier en su despacho
El intendente Rubén Cartier en su despacho del Palacio Municipal.

El intendente Rubén Cartier en su despacho del Palacio Municipal.

Cartier fue propuesto como el candidato a intendente de La Plata, apenas unos días después de la fugaz visita de Perón a la Argentina y casi en simultáneo con la proclamación de la fórmula Héctor Cámpora- Vicente Solano Lima para presidente y vicepresidente.

El 20 de diciembre de 1972 en el local del Sindicato de Obreros y Empleados del Ministerio de Educación (SOEME) provincial, se reunió el Congreso del Partido Justicialista de La Plata presidido por Enrique Cano y se propuso la candidatura de Cartier para intendente de la Ciudad de La Plata, a Juan Carlos Bazán y Carlos Cafferata como candidatos a senadores provinciales, a Carlos Negri, Lilí Ferrari y Rolando Hnatiuk como candidatos a diputados provinciales y a Juan Pedro Brun como primer concejal.

Esa lista justicialista integrada en acuerdo por los históricos ortodoxos y sectores de la tendencia revolucionaria, finalmente no fue proclamada en esos términos ya que se prorrogaron los plazos de presentación por los enfrentamientos ocurridos en el Congreso del Partido Justicialista en Avellaneda que debía consagrar la fórmula a gobernador y vicegobernador de la provincia de Buenos Aires y terminó luego de violentos episodios provocados por la derecha política y sindical, colocando a Victorio Calabró en la fórmula bonaerense como vice del candidato a gobernador Oscar Bidegain. Esta avanzada de los sectores sindicales, junto con la integración de candidatos de otros partidos que conformaron el FreJuLi, reconfiguró la lista de la 8ª sección electoral —la correspondiente a la ciudad de La Plata— que se había presentado en el SOEME. La nueva y definitiva nomina, presentada el 2 de enero, se había modificado significativamente respecto a la anterior pero la candidatura a intendente del profesor Cartier se mantuvo inamovible.

En la boleta proclamada el 26 de enero, los candidatos a senadores provinciales fueron Santiago Raico Atanasoff y Rolando Hnatiuk. En tanto, la lista de diputados provinciales, la encabezaban Negri y Ferrari, mientras que, acompañando a Cartier como candidatos a concejales, fueron postulados Juan Pedro Brun y Baby Práxedes Molina.

Los días de campaña fueron de actos en cada uno de los barrios de la ciudad, asados, clubes, y discursos que hablaban de reparación histórica, liberación y socialismo nacional. El acto de cierre fue en la Plaza Belgrano el 27 de febrero y allí el primer orador fue el profesor Cartier, le siguieron representantes de la juventud y la rama femenina, el Secretario General del Partido Justicialista, Juan Manuel Abal Medina, el candidato a gobernador Bidegain, el aspirante a la vicepresidencia de la Nación, Solano Lima, cerrando el acto Cámpora. Los cánticos y la bandera de Montoneros–FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) dieron el tono y la preeminencia a uno de los sectores del frente, sensación que se confirmaba por la ausencia del candidato a vicegobernador Victorio Calabró, referente de la Unión Obrera Metalúrgica.

953736-ruben-20cartier3
Cartier junto con el vicegobernador Bidegain.

Cartier junto con el vicegobernador Bidegain.

Así, el 11 de marzo de 1973 el peronismo triunfó rotundamente en la ciudad de La Plata; el Frente Justicialista obtuvo 99.738 votos, casi 40.000 votos de diferencia con el segundo, la Unión Cívica Radical que obtuvo 62.273.

Se iniciaba ese día una larga transición, la de la Defensa del Triunfo que para el electo intendente Rubén Cartier significó una nueva y profunda recorrida por la red de unidades básicas y asociaciones intermedias de todos los barrios de la ciudad. En barriadas como Villa Elvira y Los Hornos, Cartier era recibido por multitudes movilizadas y organizadas que le entregaban petitorios y proyectos. En esos encuentros, tanto los dirigentes de base como el Intendente pronunciaban discursos cargados de una notable y esperanzada épica revolucionaria.

Discurso de asunción

El 25 de mayo, cuando asumió el cargo de intendente municipal de La Pata. Se reproducen aquí los principales conceptos vertidos en su mensaje inaugural pronunciado ante el Concejo Deliberante:

“Asume hoy el Justicialismo el gobierno de la comuna de la ciudad de La Plata y es fundamental reiterar que esta jornada histórica, de la que somos partícipes a nivel municipal marca un hito trascendental para la República Argentina. Efectivizaremos la participación popular a través de un canal fluido de co-gestión de gobierno que serán las Unidades Barriales. Esta es la forma organizativa concreta que se desarrollará en un proyecto político. La conquista del Socialismo Nacional”, señaló.

“Nuestra labor estará enmarcada en los objetivos de la Revolución para la Liberación Nacional dentro de la estrategia establecida por el General Perón y como integrantes del Movimiento Revolucionario de la Argentina que tiene en la Clase Trabajadora su columna vertebral y volcaremos nuestro mayor esfuerzo para servir prioritariamente a los sectores marginados.”

Según sus palabras, “queremos una comuna realmente revolucionaria, dejando de lado actitudes meramente reformistas, para sentar las bases mínimas del municipio, sistemáticamente limitado por una política preconcebida por los detentadores del poder real, tendiente a desapoderar al Pueblo de las formas más simples y expeditivas para el ejercicio de su soberanía. Todo el régimen jurídico-político liberal está construido, interpretado, y aplicado al servicio de los intereses de grupos minoritarios oligárquicos, constructores y beneficiarios del sistema capitalista burgués, dijo, para finalmente agregar: “a todos los compañeros nuestro saludo peronista en el día del retorno del pueblo al gobierno y el compromiso de que todo nuestro esfuerzo se canalizará para la real y efectiva toma del poder”.

En aquellas palabras, en línea con el tono discursivo de esos días, es notable el tramo final en el que establece la distancia entre el acto de asumir el cargo institucional y la efectiva toma del poder.

Los trágicos hechos ocurridos en Ezeiza el 20 de junio de 1973 en ocasión del retorno definitivo de Perón al país, producto del enfrentamiento entre facciones que dejó un saldo de decenas de muertos y cientos de heridos, cambiaron la orientación de los vientos: de la “primavera camporista” se pasó al rigor de la estación del año que comenzó, con la presencia del intendente Cartier en los velatorios de dos integrantes de la Juventud Peronista de La Plata asesinados en Ezeiza, Antonio Quispe y Raúl Obregoso.

En los tres meses siguientes se sucedieron, la renuncia de Cámpora y Solano Lima, la asunción de Raúl Lastiri y la proclamación de la fórmula Juan Domingo Perón–Isabel Perón, su contundente triunfo y el asesinato del líder de la CGT José Ignacio Rucci, jamás esclarecido pero reconocido por Montoneros. Todo antes de que terminara el mes de septiembre de 1973 y que el Intendente Cartier pidiera la renuncia a sus colaboradores pertenecientes a la Juventud Peronista.

El año 1974 comenzó con un acontecimiento determinante para esta historia: la renuncia del gobernador Bidegain y la consiguiente asunción de Victorio Calabró decidido a ir por más aún, sobre todo a partir de la muerte de Perón, ocurrida el 1 de julio de 1974.

Cartier Desfile
En la imagen, digitalizada por el Archivo Historico Ricardo Levene, el profesor Cariter encabeza un acto en su rol de intendente municipal.

En la imagen, digitalizada por el Archivo Historico Ricardo Levene, el profesor Cariter encabeza un acto en su rol de intendente municipal.

El intendente que había permanecido siempre encolumnado detrás de las decisiones y la palabra de Perón estaba dispuesto a no moverse de esa línea y respetar la voluntad del General de ayudar a Isabel a continuar su mandato. El gobernador Calabró, por el contrario se encargó de hacer pública su opinión respecto a la incapacidad de la viuda de Perón para desempeñar el cargo que ostentaba, a la vez que iniciaba su propia carrera por la sucesión apoyado por la benevolencia de los medios de comunicación tradicionales, el diálogo con los sectores de las Fuerzas Armadas que se preparaban para el golpe, el manejo de la policía bonaerense y el control de los recursos del Hipódromo de La Plata que venía reclamando desde que era candidato a vicegobernador y ahora controlaba por completo, en colaboración con la organización terrorista de extrema derecha Concentración Nacional Universitaria (CNU).

La densidad de los sucesos de la política nacional y provincial hacen perder de vista que Rubén Alberto Cartier logró mantenerse en su lugar como Intendente, siempre cercano de su círculo histórico de compañeros: Enrique Cano, Rolando Hnatiuk, Alfredo Otero, Guillermo Orlando Castro y tantos otros y en esa vorágine gestionó priorizando los barrios periféricos de la ciudad de La Plata, con la planificación y ejecución de asfaltos, extensión del trasnporte público, adquisición de ambulancias, conformación de consorcios para el tendido de la red de gas natural- en el caso de este servicio para Gonnet, City Bell y Villa Elisa- Mantuvo activas las Unidades Barriales en las que funcionaban salas de atención médica, vacunatorios, y actividades culturales y la creó Escuela Municipal de Turismo y el centro de atención al turista ubicados en la terminal de ómnibus.

En los últimos meses de aquel difícil 1974, mientras que crecían los rumores de una intervención federal a la provincia de Buenos Aires, Rubén Cartier tuvo sus primeras reuniones con el gobernador riojano Carlos Saúl Menem quien veía en Calabró a un golpista en permanente conspiración y una amenaza para su propia proyección.

El atentado

El sorpresivo plan de ajuste del Ministro de Economía Celestino Rodrigo anunciado a principio de junio de 1975, hizo estallar por el aire lo que quedaba del gobierno de Isabel. Esta situación enfrentó a los verticalistas, que aun así creían necesario que el gobierno constitucional se mantuviera hasta las elecciones de 1977, con los antiverticalistas que indagaban otras soluciones en diálogo con las cúpulas militares. Cartier tomó partido públicamente por la continuidad de Isabel y con ese objetivo se dirigía a Buenos Aires el 14 de julio de 1975, para reunirse en el Hotel República con Menem, por la elaboración de una declaración apoyando al gobierno nacional que preparaban los gobernadores del interior y por una posible intervención a la provincia de Buenos Aires.

Cuando el auto oficial de la municipalidad de La Plata, un Dodge Polara se detuvo en el semáforo del cruce de la avenida Mitre con Supisiche, a la altura de Sarandí, una camioneta Chevrolet de color crema y colorado se adelantó por la izquierda y desde las parte trasera se asomaron tres hombres que dispararon ráfagas de ametralladoras sobre el automóvil. Los disparos alcanzaron a tres de los cuatro hombres que viajaban en el vehículo.

Eduardo Villalón, quien manejaba el auto, no recibió ni un solo disparo y pudo conducirlo hasta el Hospital Finochietto de Avellanada, Alfredo Florentino Otero, que iba en el asiento trasero del lado derecho fue herido en una mano, Manuel Balverde, quien viajaba como acompañante en al asiento delantero, tenía el cráneo destrozado y fue trasladado esa misma noche al Hospital Italiano de La Plata, donde murió a las pocas horas. El cuarto hombre, Rubén Alberto Cartier intendente de la ciudad de La Plata llegó al hospital sin vida.

La investigación policial y judicial del atentado fue nula y el escueto expediente de la causa dejó en evidencia el ocultamiento y la complicidad desde un primer momento, el modus operandi, el contexto político y el motivo del interrumpido viaje abonan la hipótesis planteada por algunas pesquisas que ponen la autoría intelectual en el gobernador Victorio Calabró y la material en la CNU.

Tras el asesinato, la intendencia pasó a manos de Juan Pedro Brun, un dirigente del gremio del turf ligado a Calabró.

Cartier Menenm Lili (1)
Cartier y Menem, integraban un sector del peronismo que buscaba respladar la gestion de Isabel Perón.

Cartier y Menem, integraban un sector del peronismo que buscaba respladar la gestion de Isabel Perón.

En tanto, este crimen permanece impune, pero además, como ya se ha dicho, fue enterrado en el olvido, tal vez porque se produjo durante un gobierno constitucional y peronista, tal vez porque se buscó ensombrecer a la figura difundiendo ampliamente detalles acerca de una suma importante del dinero que Cartier llevaba con él. Se llegó a decir que se habia tratado de un ajuste de cuentas vinculado a negocios particulares y que el funcionario llevaba consigo un maletin lleno de plata con la intencion de abandonar el país. Algo que luego quedó desacreditado. Durante ese año fueron múltiples y frecuentes los atentados de esas características y porque el “olvido” no es nuevo y bien lo saben las víctimas peronistas de la represión estatal anteriores a la década de 1970.

“Por primera vez se homenajea a mi papá, intendente de La Plata, asesinado antes de la dictadura por orden del gobernador Victorio Calabró y ejecutado por la CNU, con participación del Indio Carlos Castillo”, expresó Claudia Cartier, hija del funcionario asesinado, durante uno de los actos de homenaje a su padre. La mujer reclamó "memoria, verdad y justicia" porque, dijo: “Mi padre pagó con su vida la coherencia política”.

Finalmente, las continuidades desde la última dictadura militar hasta nuestros días, así como las existentes entre el período del asesinato del profesor Cartier y el inmediato posterior, contribuyeron a consolidar un silencio que se tradujo en olvido e impunidad. Este muro de silencio parece haber comenzado a resquebrajarse hoy, con contundentes actos de memoria en ocasión del cincuentenario.

(*) El autor es profesor de Historia, investigador del Archivo Histórico "Ricardo Levene" de la Provincia de Buenos Aires y titular del Archivo Provincial de la Memoria.

¿Qué es 0221.com.ar| Logo Begum?

Begum es un segmento periodístico de calidad de 0221 que busca recuperar historias, mitos y personajes de La Plata y toda la región. El nombre se desprende de la novela de Julio Verne “Los quinientos millones de la Begum”. Según la historia, la Begum era una princesa hindú cuya fortuna sirvió a uno de sus herederos para diseñar una ciudad ideal. La leyenda indica que parte de los rasgos de esa urbe de ficción sirvieron para concebir la traza de La Plata.

Dejá tu comentario

Leer más de BEGUM