La UNLP se posicionó como la mejor universidad argentina en un prestigioso ranking internacional y Martín López Armengol analiza sus implicancias.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) alcanzó en los últimos días un destacado logro al posicionarse como la mejor universidad de Argentina en el ranking regional Times Higher Education (THE), en el que se evalúan más de 200 casas de estudio de América Latina.
En esta edición, la UNLP ocupa el puesto 28°, superando a otras prestigiosas instituciones argentinas, como la Universidad Austral y la Universidad Nacional de Córdoba, que también figuran entre las mejores de la región. Este reconocimiento resalta la calidad académica y científica de la universidad platense, que ha logrado consolidarse como un referente educativo en América Latina.
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En ese marco, en entrevista con 0221.com.ar el presidente de la UNLP, Martín López Armengol, resaltó que estos resultados reflejan el impacto positivo de sus políticas institucionales y programas educativos, los cuales apuntan a fortalecer el prestigio académico, científico y su apertura internacional, elementos que son destacados en el informe final.
"A pesar de que los rankings no son un fin en sí mismos, representan una herramienta valiosa para monitorear el desempeño institucional y detectar áreas de mejora", dijo el funcionario. Y remarcó como un desafío fundamental el de seguir siendo "el principal insumo de la economía del conocimiento".
López Armengol no soslaya el contexto socioeconómico de Argentina, marcado por desafíos económicos y políticos. Sin embargo, López Armengol destaca que la universidad, a pesar de las dificultades, "sigue siendo un motor clave para el desarrollo del país".
En la charla -además- reflexiona sobre el significado de este ranking, los desafíos que enfrenta la universidad y los planes de mejora para fortalecer aún más su rol en la sociedad.
—¿Qué significa para la UNLP estar como la mejor posicionada del ranking de Times Higher Education?
—Para nosotros los rankings son una referencia, una referencia básicamente de cómo impactan nuestras políticas y nuestros programas institucionales. Si bien no son un fin en sí mismo, nos permiten tener un monitoreo de cómo están impactando nuestras principales acciones de gestión.
—El estudio tiene en cuenta distintas variables como enseñanza, investigación, citas, la transferencia de conocimientos a la industria o la integración de estudiantes y docentes extranjeros. ¿Cuál considera que es el fuerte de la UNLP?
—El ranking lo que ha destacado en esta oportunidad con relación a la Universidad es precisamente su prestigio académico y su prestigio científico, sustentado básicamente en la calidad de su enseñanza, en su producción científica y en su apertura internacional.
—¿Qué desafíos impone a la UNLP ser una universidad de una economía emergente, algo que es una de las valoraciones del informe?
—Creo que independientemente de la calificación que obtenga Argentina en este caso como país emergente, lógicamente que hay un enorme desafío en el sistema universitario en general y en las universidades y en nuestra Universidad Nacional de La Plata en particular, de seguir generando conocimiento, de seguir generando innovación que permita el desarrollo de la economía, que permita el desarrollo de las instituciones, sean públicas o privadas, y fundamentalmente que siga siendo el principal insumo de la economía del conocimiento, que es la economía que hoy motoriza realmente a todos los países desarrollados.
—¿Qué elementos concretos aporta el informe de cara al diseño de mejoras en las actividades?
—El ranking consolida aquellos aspectos tradicionales de nuestra universidad, como me refería anteriormente, su prestigio académico, su prestigio y su reconocimiento científico-tecnológico. Y pone la lupa también sobre un aspecto en que esta Universidad ha intensificado muchísimo su trabajo en los últimos años, que es su presencia, su intercambio, su articulación con distintos actores del contexto, del entorno, y particularmente con la industria. Ya que si bien tenemos una tradición en nuestra historia de vinculación con la industria, a partir de algunas políticas concretas que ha establecido en vinculación tecnológica se ha intensificado en los últimos años.
—¿Cómo evalúa al sistema universitario argentino, teniendo en cuenta que la UNLP, que es la primera, aparece en el puesto 28?
—Hay algo que es importante en este ranking, y en otros también, pero particularmente en este ranking, es que la evolución o la involución de las instituciones, las analiza en un contexto determinado y realmente Argentina viene atravesando un contexto difícil que impacta sobre todas las instituciones y particularmente sobre el sistema universitario. Entonces, indudablemente uno no puede dejar de calificar a las instituciones sin evaluar el contexto en el cual éstas se manejan y funcionan.
—En cuanto al contexto político y el financiamiento acotado de la actualidad, ¿cómo inciden estas variables en el ranking y cuáles son los desafíos que se plantea la UNLP?
—A mí me parece que el gran desafío del sistema universitario y de nuestra universidad en particular, es seguir trabajando con la convicción de ser instituciones indispensables para el desarrollo de un país que, más allá de la coyuntura y más allá de los momentos buenos y malos que atraviesa el país, debe seguir trabajando pensando en esto: en ser una institución que es determinante en el desarrollo socioeconómico de un país, que es determinante también en lo individual y en lo colectivo por la movilidad social y al poder inspirador y transformador que tiene en la sociedad con la cual interactúa.
La UNLP fue elegida como la mejor universidad de Argentina en un ránking internacional. Posicionaron a 214 casas de estudios y la platense quedó 28°.
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