Esta joya arquitectónica, ubicada en el corazón de la provincia, está rodeada de naturaleza, ofrece visitas especiales y revive la historia de una familia que marcó una época.
La provincia tiene en su interior cientos de tesoros ocultos. Con increíbles historias que las resguardan, estas joyas merecen la pena ser visitadas durante un fin de semana romántico o con la familia y sobre la transitada Ruta 2 se encuentra uno de ellos.
En Castelli, a la altura del kilómetro 168 de la autovía, se alza La Raquel, un castillo de estilo francés construido en 1894 por la familia Guerrero. Este tesoro escondido, que combina historia, arquitectura y paisajes únicos, abre sus puertas en fechas especiales para quienes buscan una escapada distinta en plena provincia de Buenos Aires.
El rincón de la provincia que combina la paz del campo con recetas tradicionales y productos locales y enamora a turistas de La Plata y la región.
Este rincón de la provincia ofrece la oportunidad de relajarse junto a su espejo de agua y, al mismo tiempo, sumergirse de lleno en la historia argentina.
En el distrito, vale destacar, el Gobierno de Axel Kicillof inauguró el nuevo edificio de la Escuela Secundaria 1. Con una inversión de $704 millones, la nueva sede escolar permitirá centralizar la cursada de los 552 alumnos de la institución que antes utilizaban otras instalaciones del distrito.
La escuela cuenta con doce aulas, biblioteca, SUM, patios externos y estacionamiento; y fue equipada con muebles producidos en la Fábrica de Mobiliario Escolar Pública de la provincia.
Entre los paisajes rurales del partido de Castelli se oculta una construcción majestuosa que pocos conocen: el castillo La Raquel. Esta edificación, rodeada por una densa arboleda y con vista al Río Salado, fue construida a fines del siglo XIX y hoy abre sus puertas al público en fechas seleccionadas.
La historia de este castillo está íntimamente ligada a la familia Guerrero, una de las más influyentes del siglo XIX. Carlos José Guerrero y Reissig llegó a Argentina en 1838 desde las Islas Canarias. Visionario y emprendedor, fundó una compañía naviera y logró construir una fortuna que heredaría su hijo, Manuel Guerrero.
Fue Manuel quien compró grandes extensiones de campo en Buenos Aires, consolidando una estancia de más de 40.000 hectáreas dedicada a la producción agropecuaria. En 1894, con la intención de dejar un legado arquitectónico, decidió levantar una residencia única.
El edificio fue diseñado con fuerte influencia francesa. Destaca por su torre central salmón, una cúpula gris y grandes ventanales desde los cuales se aprecian vistas increíbles del entorno natural.
La estructura refleja el poderío económico y el gusto refinado de una época en la que las estancias eran símbolo de estatus.
Actualmente, el castillo está abierto al público para eventos especiales y jornadas de campo. Quienes lo visitan pueden recorrer sus jardines, conocer la historia de la familia Guerrero y disfrutar de propuestas gastronómicas con sabores bien argentinos.
La Fundación Russo Guerrero mantiene vivo este legado, cuidando el casco histórico y promoviendo actividades culturales que conectan pasado y presente.
Por su cercanía a grandes centros urbanos y su atractivo histórico, La Raquel se convierte en una escapada ideal para el fin de semana. Perfecto para quienes disfrutan del turismo rural con un plus de historia y arquitectura.