El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el desembolso de un total de 7.500 millones de dólares, para la República Argentina que pasarán a formar parte de las alicaídas reservas del Banco Central. La confirmación del giro de divisas por parte del organismo se dio pese a que la Argentina no alcanzó "los objetivos clave del programa hasta fines de junio", por lo que habrá cambios en todas las metas hasta fin de año.
Poco después del mediodía de este miércoles y previo a la reunión del ministro de Economía, Sergio Massa, con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, el board del organismo confirmó el desembolso. Se trata de la segunda remesa de fondos más grande en la historia del organismo multilateral de crédito, después del primero también percibido por la Argentina, en 2018.
Conforme expresaron desde el FMI: "Se aprobaron modificaciones del objetivo de acumulación de reservas, así como de los objetivos de saldo fiscal primario y de financiación monetaria del déficit, junto con el compromiso de aplicar un nuevo paquete de políticas para corregir reveses en las políticas económicas, salvaguardar la estabilidad y lograr los objetivos del programa".
Dada la imposibilidad del cumplimiento de los objetivos de reservas y déficit del primer semestre que forzó a un recalibramiento general del programa, desde el organismo remarcaron: "Desde la finalización de la cuarta revisión, los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas. En un contexto de elevada inflación y crecientes presiones sobre la balanza de pago, se acordó un nuevo paquete de medidas centrado en fortalecer las reservas y reforzar el orden fiscal". En esa línea, agregaron: "La implementación continua y firme de estas medidas será fundamental en el próximo periodo para salvaguardar la estabilidad y afianzar la sostenibilidad a medio plazo".
Además, el Directorio aprobó exenciones (waivers) "por incumplimiento asociadas a la introducción de medidas temporales que dieron lugar a la introducción o intensificación de restricciones cambiarias y prácticas de moneda múltiples", amplió el organismo que dirige Kristalina Georgieva.
"También se aprobaron modificaciones del objetivo de acumulación de reservas, así como del objetivo fiscal primario y de financiación monetaria del déficit, junto con el compromiso de aplicar un nuevo paquete de políticas para corregir reveses en las políticas económicas, salvaguardar la estabilidad y lograr los objetivos del programa", concluyeron. En un comunicado más amplio del organismo, que será emitido en las próximas horas, se conocerá el informe completo realizado por el equipo técnico tras la negociación y que plasma la letra chica sobre cómo continúa el programa en lo que resta del año.
"Es un paso muy importante en la administración de la hipoteca que Macri le dejó a la Argentina", manifestó el ministro Sergio Massa. Según fuentes locales, la votación fue unánime, lo que significa que países como Alemania y Japón, siempre reticentes a las concesiones con la Argentina, dieron el visto bueno a la aprobación de las últimas dos revisiones.
Según las estimaciones de los funcionarios de Economía, una vez descontados los pagos ya hechos por el país y devoluciones (a la CAF, a Qatar y al swap de monedas con China, por caso) quedarían cerca de 3.400 millones de dólares libres para las reservas, que también podrán usarse para contener los dólares financieros en un clima volátil luego de las PASO y con el proceso electoral que pondrá un nuevo presidente a la cabeza de la nación en diciembre. Aunque se hará con límites y bandas de intervención que se acordaron con el FMI. Los parámetros y niveles de esas posibles intervenciones los maneja con estricta reserva el equipo económico para no perder el efecto sorpresa frente al mercado.
