Los golpes, corridas e insultos de un final caliente de Copa Sudamericana no le iban a salir gratis a Gimnasia, que fue uno de los protagonistas de una escena de violencia al finalizar el encuentro frente a Universitario de Perú por la última fecha del Grupo G luego de haber quedado eliminado en dicha competencia.
Contando las sanciones durante los 90 minutos y las posteriores al partido, el árbitro Esteban Ostojich le sacó nueve tarjetas rojas y cinco amarillas al Lobo, que deberá pagar una cifra millonaria a la CONMEBOL para saldarlas.
En el encuentro fueron expulsados Ignacio Miramón por doble amarilla (se convalida como una sola) y posterior tarjeta roja; y también Franco Torres, quien recibió roja directa por una infracción en la mitad de la cancha. Sin embargo, cuando Ostojich dio el pitazo final se desató una batalla campal entre ambos planteles en el Estadio Monumental de Lima.
Las imágenes fueron claras, aunque todavía no se dio a conocer el origen del conflicto, pero sí se sabe que hubo una buena repartija de piñas, patadas y corridas por todo el campo de juego. Esto le valió a Gimnasia sumar siete expulsados más: Cristian Tarragona, Leonardo Morales, Tomás Durso, Nelson Insfrán, Agustín Ramírez, Eric Ramírez y Emmanuel Trípodi (ayudante de campo de Chirola Romero).
Según el reglamento disciplinario de CONMEBOL, en el artículo 18 inciso "C" indica que "las tarjetas amarillas tendrán un costo de USD 400 cada una, mientras que las rojas costarán USD 1.500. Además, la suma total de las multas se descontará de los ingresos que la CONMEBOL otorga a los clubes por derechos televisivos".
Teniendo en cuenta estos números y mientras Gimnasia se encuentra a la espera del informe final del Tribunal de Disciplina con la sanciones confirmadas, por lo pronto recae sobre el Lobo una multa de U$D 15.500 que, convalidándolo a dólar oficial ($267), serían unos $4.138.500 que se le descontarán del pago por derechos televisivos.