En las últimas horas se dio a conocer la estremecedora denuncia a raíz de la muerte de un joven internado en la Clínica Psiquiátrica San Juan, donde sufrió seis paros cardíacos a causa de -según sostiene la familia- el suministro excesivo de tranquilizantes. En medio de la conmoción, 0221.com.ar tuvo acceso a la presentación realizada por los allegados de la víctima y un documento que podría ser clave en la causa: el acta del profesional que llegó para asistir al joven e intentó reanimarlo, en el que habla de la falta de colaboración y "abandono de persona" por parte de la psiquiatra a cargo.
Eliazar Jonatan Carlos Marrupe Lozano, de 33 años, murió en la noche del miércoles en la clínica ubicada en 115 entre 36 y 37, donde estaba internado por problemas de ansiedad y retraso madurativo.
Según consta en los documentos a los que accedió este medio, la mamá del joven explicó a las autoridades judiciales que un familiar suyo fue contactado pasadas las 22 por el personal del centro de salud para informarle que el paciente "tenía presión baja" y, dado que vive a más de 400 kilómetros de la ciudad, decidió llamar para comprobarlo ella misma. De acuerdo con su relato, la psiquiatra le confirmó el mismo diagnóstico y le explicó que "le habían colocado suero y oxígeno".
Mientras aquella conversación tenía lugar, el hermano de Eliazar, de 21 años y quien sí vive en La Plata, se acercó hasta el lugar. El joven fue recibido por los profesionales y de inmediato se le informó que debía "comprar la naloxona para tratar la intoxicación" con opiáceos que había sufrido. Tras recorrer varias farmacias de la zona sin éxito, el joven regresó a la clínica y allí la situación poco a poco comenzó a volverse más tensa.
El relato del joven fue refrendado luego por el paramédico de la firma Servicios de Urgencias Médicas S.A. (SUMSA) que llegó a la escena poco después para asistir a la víctima. Según consta en el libro de actas de esa empresa, el emergentólogo indicó que su arribo se dio pasadas las 22.15 y allí encontró al paciente "en muy mal estado general" y "desmejorando".
El profesional destacó además en su informe que las "pupilas puntiformes" (fenómeno que ocurre cuando la pupila se mantiene contraída, es decir, no responde a los estímulos externos de luz) del joven llamaron su atención, por lo cual consultó a la psiquiatra de la clínica qué medicamento le habían suministrado y ella le extendió un papel en el que se informaba la medicación habitual. Siguiendo el relato, al consultarle a la médica por qué no le había informado de la contracción de las pupilas del paciente, síntoma de una posible intoxicación con drogas, la mujer respondió que no lo había visto.
Con preocupación creciente y ante la amenaza de una intoxicación con opiáceos, el emergentólogo pidió que se le facilitara naloxona para "revertir el cuadro agudo y potencialmente mortal", pero la profesional se excusó en que "ella no es la dueña de la clínica" y de inmediato le preguntó si él solía "comprarle la medicación" a sus propios pacientes. El médico la urgió entonces a conseguir el medicamento cuanto antes, pero la mujer le pidió que no levantara la voz y se retiró del lugar mientras él le recordaba que no podía alejarse de su paciente. Según consta en el relato presentado ante la Justicia, durante las siguientes 3 horas y 25 minutos, el médico y el enfermero que lo acompañaba atendieron al paciente, que sufrió seis paros cardíacos.
En el acta el profesional informó que en la clínica "no hicieron esfuerzo alguno" por conseguir la droga necesaria y que, en cambio, fueron el chofer de la ambulancia y el hermano del paciente quienes debieron recorrer farmacias y hospitales de la zona durante 30 minutos, aunque sin suerte para conseguir la medicación que podría haberle salvado la vida a Eliazar. Finalmente, de acuerdo a lo que consta en el escrito, a la 1.25 de la madrugada se consiguió la derivación que él mismo había solicitado a otro centro de salud, pero 20 minutos después el paciente falleció.
La triste noticia generó una fuerte conmoción y, en medio del dolor, la familia de la víctima decidió radicar una denuncia formal en la comisaría Segunda, que ya es investigada por la UFI N° 15. Vale destacar en este punto que 0221.com.ar se comunicó con la Clínica Psiquiátrica San Juan para conocer su versión sobre lo sucedido, pero por el momento las autoridades no realizaron declaraciones.
