Un año atrás, el equipo que hoy conforma la empresa Morano se embarcó en un ambicioso proyecto que no tendrá parangón en la ciudad. “Por la experiencia de estar del otro lado, pensamos que hacía falta algo distinto, cansados de las formas de operar de las empresas tradicionales”, relata Juan Pablo Vazquez, gerente general del Grupo. “La idea es crear un lugar en donde el cliente se encuentre a gusto de cómo es atendido. Y que a su vez, no tenga que venir a comprar dos productos acá, dos en otro lado… Que encuentre en este espacio todo lo que necesita para la obra o refacción que esté encarando”.
Así, Grupo Morano comenzó a gestarse pensando en el cliente, pero también con foco en el pequeño comerciante y oficio. “Nuestro objetivo es abarcar todos los segmentos de clientes, pero también atender especialmente a las pequeñas carpinterías de aluminio, trabajadores del durlock y trabajadores de los sistemas de 'construcción en seco', para lo cual creamos el concepto de Casa Morano que será una suerte de Comunidad en la que se podrá apoyar ese carpintero, que es quien sale día a día a pelearla. Esa persona sabrá que en Morano encontrará un lugar de apoyo necesario para su crecimiento”, completa Vazquez.
Si se hace un rápido repaso por los problemas que enfrenta un ciudadano común al momento de encarar una obra, así sea desde cero o que sólo implique una refacción en su vivienda, el planteo del nuevo grupo empresario se entiende a la perfección. El cliente hoy se encuentra, en principio, con falta de personal calificado a la hora de contratar obreros para su proyecto. Al mismo tiempo, es difícil que encuentre asesoramiento profesional y sin demoras para resolver sobre la compra de materiales, a lo cual se suman los faltantes de stock o tener que recorrer la ciudad para conseguir lo que se busca; precios que son afectados continuamente a raíz de la inflación y el contexto económico presente; gastos inesperados, entre otras cuestiones de una larga lista de dificultades que, lamentablemente, ya es habitual padecer para quien se embarca en una obra.
“El cliente muchas veces hasta se encuentra en la situación de tener que ir a pagar en efectivo la compra que hizo, esperar largo rato en la vereda con todo ese dinero en una mochila, o recibir en su casa incompleto un pedido, tener que reclamar, esperar un segundo envío. Estas son las cosas que queremos evitar”, destaca Daniela Fabbiani, directora ejecutiva de la empresa. “Para quienes tratamos con clientes es importante el trabajo y la palabra. Si yo me comprometo a entregar a un cliente una ventana, supongamos, en diez días, y mis proveedores me fallan y no puedo cumplir con ese plazo, mi cliente lógicamente empieza a descreer. Son cuestiones que se trasladan desde arriba hacia abajo y finalmente al cliente, que es ajeno a todo”.
Dentro de los tipos de clientes, el otro de los grupos al que quiere prestar especial atención la nueva sociedad, como se dijo, es el del pequeño carpintero, quien no solamente encontrará un espacio de contención y asesoramiento en la empresa sino también la opción de compra por menudeo, tarjetas con beneficios y descuentos especiales. Además, el acceso a capacitaciones gratuitas que en el mediano plazo se estarán coordinando también en Grupo Morano, y la posibilidad de ser asesorado también con un software pensado para quienes trabajan en la construcción.
“Hoy si un carpintero necesita tres implementos para arreglar una ventana, está obligado a comprar 100 unidades de estos implementos al por mayor, y en este contexto económico eso no lo ayuda. Poder comprar por menudeo le va a permitir bajar los costos”, ejemplifica Juan Pablo Vazquez. “Al mismo tiempo, tendrá nuestro asesoramiento y la posibilidad de usar un programa informático de cálculo que le indicará cuánto material necesita para su trabajo, cómo hacer los cortes para optimizarlo, o qué resto le quedará”, dice además y agrega que, a futuro, el objetivo es que los propios carpinteros tengan conocimiento sobre el uso de ese software.
De hecho, una gran motivación del Grupo es implementar cursos y capacitaciones para los oficios, porque, más allá del mundo de la construcción, también existe una gran falta de profesionales y técnicos así como mano de obra calificada. Allí es donde Grupo Morano insiste con tener una organización y equipamiento diferentes, no sólo para dar respuesta adecuada a la demanda del cliente y del pequeño comerciante, sino también para empezar a encontrar una salida a la falta de técnicos. Su plan está centrado en ofrecer capacitaciones en varios rubros: carpintería de aluminio, construcción en seco (steel frame), electricidad, carpintería en madera, entre otros.
Precisamente, muchos de quienes fundaron este proyecto están emparentados con el mundo de la construcción y los oficios, y sostienen que es lamentable cómo a lo largo del tiempo se perdió el oficio. Esta es la causa de que actualmente para cualquier ciudadano sea tan difícil encontrar, a modo de ejemplo, un electricista o gasista profesional, y los que se encuentran en actividad están desbordados de trabajo, con lo cual se complica contratarlos aún para cuestiones domésticas de la vida diaria.
Con el foco en esa problemática, la empresa habilitará un SUM donde los interesados podrán acceder a conocimientos sobre oficios, como también sobre el uso de máquinas específicas. Se tratará, de algún modo, de “volver a la vieja escuela”. Para ello, citaron a las propias marcas de las fábricas, que estarán involucradas en este aspecto y tendrán oportunidad para promocionar, de paso, las virtudes de los productos que ofrecen. “Cada marca tendrá este espacio para venir a explicar cómo se usan sus máquinas e implementos, sus beneficios y todos sus detalles; incluso cómo se debe cuidarlas”, apunta el gerente de Morano, y, entre otras, hace referencia a las empresas Bulonfer, Trabex, CDA Aluminio, JMA Perfiles, Saint Gobain, Hilti, Bahco, Milwaukee, Bosch y Sika.
“También la mano de obra se ha perdido en el país, el argentino está muy poco en obra. En parte este proyecto responde a que queremos que el argentino vuelva a recuperar su fuente de trabajo”, apunta en este sentido Fabbiani. “Afortunadamente nuestra generación cambió el concepto acerca del trabajo del obrero, dimos una forma más empresarial al oficio. En otra época, el obrero frente al arquitecto no podía opinar. Hoy se ganó otro respeto, el arquitecto consulta muchas veces con el obrero”.
“Pero ese respeto que se ganaron, los malos electricistas o especializados en un oficio son los que volvieron a menospreciar la actividad”, intercede Vázquez. “Nosotros aspiramos a fortalecerla y darle todo para que siga creciendo”.
En redes sociales, el equipo de marketing y comunicación de Morano resumen lo anterior con un contundente slogan: “Perfilamos tu crecimiento”. Para los socios, este segmento es el que menos contención encuentra dentro de la cadena de la construcción y la empresa apunta a revertirlo. Así, este gremio se encontrará con un buen servicio, la oportunidad de aprender, el apoyo y la estimulación por parte del Grupo para que el camino no siempre esté cubierto de obstáculos, como los propios socios aseguran que debieron transitarlo.
Precisamente por eso, porque consideran a la empresa su principal satisfacción y el producto de muchos años de esfuerzo, tienen el convencimiento de que “corresponde ayudar a quienes comienzan de abajo su camino”, a quienes quieren dedicarse a un oficio de manera profesional pero no encuentran oportunidad ni lugar donde capacitarse.
“Tenemos que hacerlo”, insiste Vazquez, “porque de otro modo nuestros hijos van a empezar a irse del país. De un país que es totalmente rico en todo. Pero es necesario un cambio de mentalidad. A nuestros hijos les inculcamos que estudien y se reciban en la Facultad, y está perfecto, pero la realidad es que no garantiza una salida laboral y mientras tanto hay miles de oficios que se van perdiendo”, enfatiza.
Como se dijo, todo este cúmulo de ideas y proyectos trabajados durante un año, alcanzará su cumbre hacia agosto de este año con la inauguración de Grupo Morano que será allí mismo, en sus instalaciones de Diagonal 73 y 67. Y además de un firme convencimiento de llevarlas a cabo, existe en el grupo la convicción de que los platenses no tardarán en sumarse, y confirmar que, ahora sí, hay en La Plata un nuevo concepto de comercio para la construcción.