Gabriel Adrián Ojeda es un platense de 37 años al que le tocó vivir un momento de terror mientras se encontraba de visita en Aristóbulo del Valle, Misiones. Lo que parecía ser un viaje más a dedo, terminó siendo una verdadera pesadilla que tuvo amenaza con armas, un intento de robo y una corrida digna de un récord olímpico. “Está todo el pueblo revolucionado porque nunca había sucedido una situación así y mucho menos a un turista”, contó el joven a 0221.com.ar.
Todo comenzó cuando se acercó a la oficina de turismo para que la guía lo aconseje para llegar al camping de Piedras Blancas. “Me dijeron que era un lugar muy lindo para visitar”, comentó ademas a Primera Edición un medio misionero.
Fue en ese momento que se paró a la vera de ruta nacional 14 para hacer dedo, para que un conductor solidario lo acercara al destino turístico. A los pocos minutos, una camioneta detuvo su marcha y lo “levantó”. “El conductor parecía una persona amable, entablamos una conversación”, dijo.
El viaje transcurría con total normalidad hasta que de un momento a otro, el sujeto salió de la ruta 14 y lo llevó a la casa de sus amigos. “El lugar está enfrente de una universidad (refiriéndose al Instituto Superior de Formación Docente “Cecilia Braslavsky”), casi a 200 metros de la ruta 14″, recordó, al tiempo que agregó que allí, lo esperaban dos amigos del hombre, quienes “tomaban cerveza y bromeaban”
Durante el encuentro, el chofer le dijo que no lo iba a llevar a Piedras Blancas sino a un lugar que Gabriel desconocía. Acto seguido, uno de los integrantes del grupo sacó un revólver calibre 38 que tenía todas las municiones en el tambor. “Él se jactaba de tenerla”, subrayó Gabriel.
Con el arma en mano, los sujetos le preguntaron si tenía dólares, en una clara intención de robarle sus pertenencias. Gabriel no se quedó con los brazos cruzados y decidió salir corriendo de la vivienda hasta llegar a la ruta 14 en medio de las amenazas.
Notoriamente desesperado, el joven platense empezó a hacer dedo. “Nadie frenaba”, dijo. Luego comenzó a correr hasta que vio una casa y fue a pedir ayuda. Esa familia lo salvó. “Trataron de calmarme y me dieron una botella de agua, hasta que pudieron llamar al comando de Aristóbulo”, contó.
De acuerdo con su relato, las autoridades identificaron el lugar pero no a los delincuentes, quienes se habrían dado a la fuga. “Aparentemente la cámara de monitoreo antes de la rotonda donde es la entrada al pueblo, registró su patente y el momento que yo subí (a la camioneta) pensando que era un vecino solidario”, expresó.
El joven fue escoltado hasta la terminal de ómnibus de la localidad y se fue hacia Oberá, ya que desde allí había arribado a Aristóbulo del Valle. En Capital del Monte también realizó una exposición policial en la comisaría 1ª, por temor. “Les pedí por favor que se comuniquen con la comisaría de Aristóbulo para que pueda tener la tranquilidad que a esta persona la pudieron arrestar”, remarcó y agregó: “Quiero compartir esto con ustedes porque va a servir para todos aquellos que a veces salen de mochilero y como en este caso, hay riesgos, gracias a Dios que yo pude escapar y que los vecinos de Aristóbulo inmediatamente me ayudaron”.