La violencia y la inseguridad siguen acechando a los vecinos de La Plata y los abuelos parecen haberse convertido en el blanco predilecto de los delincuentes. Esta vez, un hombre de 92 años y su esposa de 82 fueron víctimas de un brutal robo en su propia casa, tras haber sido sorprendidos mientras dormían.
Fuentes policiales explicaron en las últimas horas que todo ocurrió durante la madrugada del miércoles, en una vivienda ubicada en calle 19, entre 508 y 510, a metros del Hospital San Roque de Gonnet. Hasta allí llegaron los tres delincuentes encapuchados y armados que ingresaron a la propiedad y torturaron a la pareja de ancianos para obligarlos a entregar lo poco que tenían consigo.
Luego de más de un año prófugo por un hecho de abuso sexual, el hombre fue detenido en La Plata. La familia denunció demoras y pidió avanzar con el juicio.
Tres delincuentes entraron de madrugada en una casa de La Plata y se llevaron un televisor, notebooks, celulares, dinero y un auto, que apareció horas después.
"Del miedo me hice pis. Después de pegarme a mi, se la agarraron con mi marido", contó angustiada la mujer y se preguntó: "¿Qué podía hacerles, si es un hombre de 92 años?". La víctima relató el dramático momento que le tocó vivir y remarcó que, al parecer, "los ladrones pensaron que no había nadie en la casa".
La mujer explicó además que les exigían que entregaran una supuesta suma en dólares que habría habido en la casa y por ello se tornaron más y más violentos. "Lo peor fue que nos amedrentaron con una tenaza de mi marido y hasta hicieron un simulacro de mutilación", detalló la abuela. Una vez que recorrieron y revisaron cada rincón de casa, rompiendo todo a su paso para tratar de encontrar más dinero o una caja fuerte, los delincuentes emprendieron la fuga.
Inmediatamente después de que los ladrones huyeran con poco más de 40 mil pesos en efectivo, anillos de oro y otros objetos de valor, la mujer de 82 años se cruzó semidesnuda al Hospital de Gonnet para pedir auxilio y alertar a la Policía.
Ambas víctimas fueron asistidas por personal médico y, afortunadamente, se encuentran fuera de peligro. Mientras tanto, los investigadores buscan rastros de los ladrones que se dieron a la fuga sin ser percibidos por nadie y cuya identidad y paradero todavía es un misterio.