El acto por el Día de la Militancia que encabezó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Estadio Único Diego Maradona de La Plata dejó varias aristas para el análisis luego de una jornada gobernada por la movilización de gran parte del peronismo junto al movimiento obrero organizado y movimientos sociales que colmaron el lugar.
Desde muy temprano el arco sindical comenzó a llegar con sus columnas. Con banderas, remeras y pecheras el gremialismo mostró su casi total adhesión detrás de la figura de la dirigente nacida y criada en la ciudad de las diagonales. Uno de los puntos logísticos del acto fue la sede de la Agrupación Blanca y Azul de UOCRA La Plata donde se concentraron afiliados de diversos gremios para marchar a la cita política que se transmitió por una cadena nacional de hecho.
Ese sector de la UOCRA local que encabeza Iván Tobar (rival del excacique gremial Juan Pablo “Pata” Medina) fue uno de los primeros en confirmar su presencia en el acto por el Día de la Militancia, que conmemora en retorno al país del líder Juan Domingo Perón tras 18 años de exilio y proscripción.
La columna de los trabajadores de la construcción fue una de las más ruidosas a la que también se plegó la rama femenina que integran las trabajadoras constructoras (oficios, servicios generales y desocupadas) que fueron ubicadas en uno de los sitios más confortables del estadio, con catering incluido.
En la liturgia peronista las ubicaciones en los actos deben leerse en clave política. Los lugares no son azarosos y tienen un por qué. De ese análisis se puede obtener una radiografía del momento, de alianzas y acercamientos.
La columna de la UOCRA antimedina se ubicó junto a la del gremio de trabajadores del cuero (curtidores) que lidera nada menos que el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa. La bandera del Curtidores apeló a una vieja frase del peronismo: “A Cristina le da el cuero” en relación a una famosa de Juan Domingo Perón en la década del setenta que decía: “A Perón le sobra cuero”.
Muy cercanos a ellos estaban trabajadores de la Federación Gráfica Bonaerense, uno de los sindicatos históricos de la CGT en la actualidad alineados con el gobernador Axel Kicillof y con la vicepresidenta en su posible camino a ocupar nuevamente la Casa Rosada a partir de 2023 en caso de ganar las elecciones.
Otro de los gremios que estaba en sector fue la Asociación Bancaria Argentina (ABA) que lidera el radical Sergio Palazzo, diputado nacional por el Frente de Todos, y uno de los más fervientes defensores del proyecto CFK 2023.
Esa foto del kirchnerismo duro, de paladar negro, se completa con la presencia del Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), cuyo referente nacional Horacio Arreseygor, siempre se mostró cercano al kirchnerismo.
Las terminales regionales de todos estos gremios tienen una aceitada relación con el intendente de Ensenada, Mario Secco, quien fue uno de los garantes de la masividad del acto, donde los sindicatos (una vez más) y los movimientos sociales aportaron el caudal más importante de público. Unas sesenta mil personas gritaron “Cristina Presidenta”.