Recientemente se dio a conocer un estudio en el que confirman que los anticuerpos de las llamas podrían desempeñar pronto un papel crucial en la prevención de la aparición de nuevas variantes del coronavirus. Miembros del Centro de Investigación de Biotecnología Médica de la Universidad de Gante, en Bélgica, revelaron que los anticuerpos extraídos de una llama denominada "Winter" (Invierno) redujeron la virulencia de las infecciones por COVID-19 en pruebas de laboratorio, incluidas sus nuevas cepas.
Xavier Saelens, del centro belga, explicó: "Sus anticuerpos son mucho más pequeños que los de los humanos. Esto permite alcanzar partes del virus a las que es difícil acceder con los anticuerpos convencionales".
Tras los estudios de laboratorio, los investigadores iniciaron ensayos clínicos con voluntarios. Si resultan exitosos, los anticuerpos del animal podrían actuar como un suplemento a la vacuna, para aumentar los niveles de protección en personas con sistemas inmunitarios debilitados o con enfermedades relacionadas con el coronavirus.
Cabe destacar que el estudio reciente se conoce poco después de que un grupo de investigadores israelíes y estadounidenses encontrara un cóctel de nanocuerpos, los cuales también se derivaron de llamas y se descubrió que pueden bloquear el coronavirus para que no infecte las células.