Una de las decepciones más notorias de las PASO del domingo último en La Plata es la de Javier Pacharotti, un dirigente que apareció como una revelación joven hace 21 años, cuando fue candidato a delegado de Villa Elvira por el bruerismo, creció hasta ser presidente del Concejo Deliberante y tuvo pretenciones de intendente, pero que con los años y algunos hechos que marcaron su carrera se desinfló hasta diluirse, al punto de quedar último en dos intentos electorales en internas de espacios diferentes.
En esta ocasión, Pacharotti puso su “Hay equipo Pacha” a disposición del randazzismo, en una interna de tres armados en la que quedó tercero y sin atenuantes, derrotado por el vecinalista Gerardo Jazmín y Alejandro Santecchia.
Con el 96,26% de los mesas escrutadas en la ciudad, su lista “Por el Progreso Social” que encabezaba sacó 4.720 votos, el 30% del total de 15.626 que sacó en la capital bonaerense “Vamos con vos”, el frente de agrupaciones y dirigentes que respaldaron la candidatura a diputado nacional de Florencio Randazzo.
El ganador de esa interna fue el sector que encabezó el vecinalista Jazmín, denominado “Hacer otro camino”, que obtuvo 5.707 votos, el 36,52%. En tanto que segundo quedó Santecchia, con su lista “Hay otro camino”, que obtuvo 5.199 votos, el 33,27%.
Con esos números, Pacharotti quedó tercero de un armado que en su conjunto realizó una performance que podría considerarse decepcionante. Era esperable que superara el piso del 1,5% para superar las PASO, pero sus referentes confiaban en sacar algo más que el 4,24% que obtuvieron para quedar quintos, detrás del FIT Unidad y de Avanza Libertad, el espacio de José Luis Espert y Javier Milei.
La caída de Randazzo en La Plata fue profunda en relación a las PASO de 2017, cuando con otra configuración de fuerzas que lo acompañaban sacó 30.436 votos (el 7,56%), el doble que el domingo pasado.
En el caso de Pacharotti, su merma electoral individual puede medirse en dos momentos de su trayectoria. Uno es en 2015, cuando después de las trágicas inundaciones de 2013 -que lo encontraron como virtual intendente por la ausencia de Pablo Bruera en la ciudad- decidió abandonar ese espacio y pasarse al massista Frente Renovador. Compitió como precandidato a intendente y salió quinto y último en la interna, con 8.054 votos, poco menos que el doble que los 4.720 de ahora.
El otro momento es el de su debut en la política, cuando en 2000 asomaba como un dirigente joven con una proyección que lo llevaría a ser electo concejal tres veces, dos de ellas (2007 y 2011) encabezando la lista de Bruera. En aquella oportunidad fue el candidato a delegado de Villa Elvira con el que el bruerismo desafiaba al entonces intendente Julio Alak. Tampoco ganó, pero en aquella elección, circiunscripta a esa localidad de sur de la ciudad, en la que según las crónicas participó sólo el 16% del padrón, obtuvo 2.105 votos, apenas 2.615 menos que los que obtuvo ahora en todo el distrito, con una participación cercana al 67%.
