El Concejo Deliberante de La Plata aprobó este miércoles la Rendición de Cuentas municipales del año 2020 en una polémica sesión realizada de modo virtual durante más de ocho horas en la que el bloque oficialista de Juntos por el Cambio impuso su mayoría y en la que abundaron las chicanas y los cruces levantados de tono por el modo en que se trató ese y otros expedientes relacionados con las ejecuciones de partidas. El tratamiento tiene este año la particularidad de evaluar la administración de los recursos en el primer año de la pandemia de coronavirus, por lo que las partidas sanitarias y sociales fueron las más objetadas por la oposición, que emitió su propio dictamen en minoría rechazando los números.
El expediente fue aprobado con 14 votos: los 13 votos de Juntos por el Cambio más el unibloque del GEN, de Gastón Crespo. La oposición, representada por los 10 concejales del Frente de Todos, rechazó el proyecto oficial y presentó su propio dictamen de minoría planteando ese posicionamiento, con especial énfasis en lo que consideraron son subejecuciones "inadmisibles" en el primer año de la pandemia de coronavirus, en áreas sensibles como las de Salud, Desarrollo de la Comunidad, Políticas de Género y Producción. Acompañaron ese dictamen con una batería de 60 pedidos de informes vinculados con ese manejo de los fondos municipales.
En la sesión también fueron aprobadas las rendiciones de cuentas del Mercado Central, el Ente Municipal (ex Banco Municipal) y el propio Concejo Deliberante.
Antes de llegar a la discusión de la Rendición de Cuentas en sí misma se produjo un fuerte cruce por el reclamo opositor de adelantar el tratamiento del expediente y juntarlo con la batería de pedidos de informes en los que reclaman explicaciones sobre partidas puntuales que fueron planteadas. El oficialismo negó esa posibilidad en medio de cruces por el tipo de votación en la virtualidad. Cada pedido de informe fue -finalmente- fundamentado con la concejala Virginia Rodríguez como vos cantante.
Cuando llegó el momento de abordar la Rendición de Cuentas en el orden del día -como es uso y costumbre- primero se votó para después arrancar el debate. La posición oficialistas fue encabezada por la presidenta de la Comisión de Hacienda Carla Fernández. Los voceros principales del rechazo fueron, además de Rodríguez, Victoria Tolosa Paz, Guillermo "Nano" Cara, Yanina Lamberti, Ariel Archanco y Cristian Vander.
De la bancada oficialista respondieron Romina Marascio, Romina Cayón, Javier Mor Roig y Claudio Frangul, quienes realizaron una encendida defensa de la gestión de Garro y sumaron fuertes críticas a los gobiernos nacional y provincial por la gestión de la pandemia.
El discurso de Carla Fernández siguió los mismos caminos que el de los funcionarios del Departamento Ejecutivo que habían concurrido a la Comisión de Hacienda, encuadrando las cuentas municipales en el impacto que tuvo la pandemia en los niveles de recaudación y las medidas que se tomaron para aliviar la situación de los sectores más castigados por la cuarentena.
También marcó que el impacto del ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) requirió por eso una readecuación presupuestaria, con la finalidad de poder garantizar las prestaciones de la comuna, y orientar los recursos a la atención de las nuevas demandas de la ciudadanía
Hay dos números que indican esa situación y que fueron aprobados este miércoles. Uno es el desfasaje entre lo presupuestado y lo gastado efectivamente: el Presupuesto para 2020 era de 13.499 millones de pesos y lo efectivamente gastado alcanzó los 12.128 millones de pesos, el 89,84% de lo presupuestado.
El otro marca la merma global en la recaudación global del 6,4 %, la cual alcanzó los 12.623 millones de pesos, con pisos en las tasas que miden la actividad económica, como la tasa de Seguridad e Higiene y la Tasa SUM que abonan todos los frentistas, con las que se recaudó un 13 y 14 por ciento menos de los previsto respectivamente.
Los 1.370 millones de pesos menos gastados respecto de lo presupuestado impactó en subejecuciones de distinto nivel en varias áreas. Y en algunos casos determinó que en muchos programas que estaban previstos se explicita que "como consecuencia del ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) no se pudo cumplir con las metas programadas".
La lectura de algunas de las áreas más importantes en el contexto de pandemia indica que la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad realizó erogaciones por un total de 420 millones de pesos, casi el doble que los gastado durante el año previo, pero un 27% menos que los 582 millones que se habían presupuestado.
La justificación dada desde el Municipio indica que "en el contexto de la pandemia, las demandas de carácter social por parte de los vecinos más necesitados de la ciudad evidenciaron un crecimiento importante, por lo que se redoblaron esfuerzos para su correcta atención". Se detalla que mediante el programa de Políticas Sociales "se destinaron 243 millones de pesos a apuntalar el fortalecimiento de la gestión social" y que a través del programa de Seguridad Alimentaria se canalizaron las transferencias correspondientes a VISA social y compra de alimentos para los paradores municipales con 159 millones de pesos.
Pero fue la Secretaría de Salud la que más debate generó. El oficialismo se habló de una readecuación presupuestaria por encima de lo que se había previsto, porque las erogaciones estuvieron en el orden 888 millones de pesos, lo que representa un 20% respecto de los 733 millones que se habían presupuestado y 115% más si se lo campara con lo ejecutado en 2019.
Esa mirada fue opuesta a la de la oposición, desde donde consideraron que lejos de haber una sobreejecución se puede encontrar una "subejecución presupuestaria". Hablaron de un "recorte objetivo" que queda simulado por una transferencia del recurso del SAME que estaba en el presupuesto pero imputado en el área de Coordinación Municipal. Pero agregaron recortes en esa misma partida, en Producción Municipal de Medicamentos, en Salud Escolar y en el Centro Municipal de Atención a la Mujer, entre otros. Y cuestionaron como único crecimiento el del programa de "Propaganda", que creció en 130 millones de peso Esa críticas llevaron a que desde la oposición se reclamara la interpelación primero y la renuncia después del secretario del área Enrique Rifourcat.
También hubo contrapunto por la situación en la Secretaría de Producción, que tuvo un presupuesto de 314 millones de pesos pero se ejecutaron solo 28 millones, lo que representa menos del 9%.
La Secretaría de Políticas Públicas de Seguridad y Justicia llevó adelante una inversión en seguridad de 474 millones de pesos contra los 703 millones que se habían presupuestado, lo que representa un subejecución del 32%. Desde el oficialismo destacaron que el Programa Integral de Seguridad que depende del área a cargo de Darío Ganduglia, canalizó gastos de funcionamiento de la policía local y los centros de monitoreo barriales por 358 millones de pesos, un 55% más que en el año anterior.
La Secretaría de Cultura y Educación requirió 1.513 millones de pesos, lo que un 12% del gasto total de la municipalidad. La variación respecto a la ejecución durante 2019 alcanza el 194%, producto de la incorporación bajo la órbita de esta secretaría de los fondos del SAE y la totalidad del Fondo Educativo. E implica una sobreejecución del 153% respecto de los 596 millones de pesos presupuestados.
La Secretaría de Gobierno, en tanto, absorbió las tareas de recolección, barrido y limpieza de la ciudad, demandando un incremento de los recursos para su cumplimiento, lo cual representó una significativa reducción de los recursos en la Secretaría de Espacios Públicos. En el primer caso se habían presupuestado 1.591 millones pero se gastaron 4.518 millones, el 184% por ciento más. Y en el segundo se habían calculado 5.120 millones pero se gastaron 1.289 millones, lo que representa un 75% menos.
Otra de las áreas sensibles afectadas por la pandemia fue la de Obras Públicas, para la cual se habían presupuestado 638 millones de pesos y efectivamente se ejecutó poco más de la mitad, 332 millones. En tanto que Convivencia y Control Ciudadano tenía un Presupuesto de 400 millones y terminó con ejecución de 357 millones, el 11% menos. Y Economía fue otra con sobreejecución: tenía 562 millones calculados y tuvo una rendición de 783 efectivamente gastados.
