Después de que el Gobierno recibiera a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para presentar el protocolo para que la Copa América se juegue exclusivamente en Argentina, La Plata quedó posicionada para ser una de las sedes que se sumen para reemplazar a las que hubiera aportado Colombia.
La capital bonaerense había quedado relegada cuando Qatar y Australia se bajaron de la competencia. Con esas bajas, se había caído el Estadio Ciudad de La Plata, donde Argentina iba a cerrar la zona de grupos contra Bolivia. Quedaron firmes River, el "Mario Kempes" de Córdoba, el "Malvinas Argentinas" de Mendoza y el "Madre de Ciudades" de Santiago del Estero.
Ahora todo depende de Axel Kicillof, quien en público no ha expresado una definición contundente pero sus allegados dicen que en privado asegura estar dispuesto. Su gobierno administra al estadio hoy denominado “Diego Armando Maradona”. Según publica Letra P, en la Casa Rosada afirman que la Provincia “no tendría problema en ser sede” y en el entorno de Kicillof confiesan que la chance existe.
Pero como ya informó 0221.com.ar, el gigante de la avenida 25 tiene competencia. Con la baja de Colombia, Estudiantes presentó credenciales para que UNO, el estadio inaugurado en 2019, pueda recibir el torneo. La propuesta estuvo a cargo del presidente del club platense, Martín Gorostegui, funcionario durante diez años del Ministerio de Ciencia y Tecnología, quien reemplazó a Juan Sebastián Verón, hoy vicepresidente primero de la entidad.
En la reunión con la Conmebol, el Gobierno presentó un protocolo estricto para garantizar que el torneo se juegue en Argentina. Una de las prerrogativas es que quienes vengan al país lo hagan vacunados. La Conmebol adquirió 50.000 vacunas del laboratorio chino Sinovac, que no están aprobadas en el país, gracias a la gestión del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou.
La última palabra será de la cartera que conduce Carla Vizzotti, que en una entrevista ya adelantó opinión. “Cuando uno habla de la Copa América en Argentina, lo que significa el mensaje, lo que significa para la población tener este entretenimiento, estrictamente recibir a 1.200 personas con un protocolo estricto no es una situación epidemiológica de gran relevancia si podemos trabajar con el Ministerio de Turismo y Deporte y con todas las selecciones”, le dijo a la señal TN, aunque también reconoció que, si la situación sanitaria lo amerita, el certamen se suspenderá.
No es menor el dato que indica que el nivel de contagios es el más alto desde el inicio de la pandemia y suena contradictorio armar un torneo con tantas personas circulando cuando hubo un promedio de más de 30.000 casos diarios en la última semana.
Ahí es donde aparecen las diferencias públicas en el Gobierno bonaerense que hacen dudar sobre la voluntad política para que el distrito sea una de las sedes. El viceministro de salud provincial, Nicolás Kreplak, planteó sus dudas y hasta deslizó que lo mejor sería postergar el torneo. "Si se pospusiera un par de meses, sería mucho más simple. Hay un automatismo en alguna toma de decisiones, como si estuviéramos viviendo un contexto normal. Es un momento muy complejo. Se podría posponer. Nosotros amamos el fútbol. No es que no queremos la Copa o que no se haga en el país, pero no es el mejor momento", advirtió en una entrevista con la radio El Destape.
Se espera que en los próximos días termine de decidirse si habrá organización solitaria o si se sumará algún otro país. Por las altas tasas de vacunación y disponibilidad suenan como candidatos Uruguay y Chile, pero el objetivo es que Argentina sea sede única. La duda, hoy, es si el Gobierno bonaerense pondrá estadios y si entre ellos estará alguno de La Plata.