Un insólito hecho tuvo lugar a bordo de un colectivo de la línea Oeste y causa indignación en la ciudad. Momentos de tensión se vivieron a bordo de una unidad luego de que una pasajera en estado de histeria protagonizara una pelea con un pasajero y agrediera al chofer escupiéndolo dos veces en la cara tras negarse a usar barbijo. El conductor grabó el repudiable acto de violencia y compartió las imágenes que no tardaron en viralizarse.
"La señora ya estaba arriba del micro, se subió en Abasto", le contó a 0221.com.ar Axel Castro, el chofer que debió soportar el increíble ataque en pleno recorrido; y agregó: "Un señor se subió en 167 y 520 y al verlo la señora se descontroló de la nada y le empezó a gritar bajate hijo de puta porque te mato. Fue de la nada, se bajó el barbijo y no paró de decirle cosas". En medio de la confusa situación, asustado, el hombre descendió del vehículo y el conductor le pidió a la mujer que se colocara el tapabocas, desatando la triste escena que se vivió después.
"Seguí una cuadra más y la señora seguía gritando y puteando, se había bajado el barbijo y me preocupé porque yo estoy en una burbuja pero también había pasajeros", relató el joven que conducía el micro en plena polémica. En clara infracción a las medidas sanitarias, la mujer ignoró deliberadamente las advertencias del conductor y otros vecinos, quienes le pidieron que volviera a colocarse su barbijo correctamente.
"Le pedí que se pusiera el barbijo y me agredió y me insultó", recordó Castro. Entonces el joven decidió frenar el colectivo y suspender el recorrido hasta que la mujer bajara de la unidad.
Atravesada por un estado de furia total, como se advierte en el video, la mujer comenzó a gritar contra del conductor. "Hijo de puta, estás cagando a todos así, felicitaciones", le espetó, pero no contenta con los insultos, se desplazó hacia la parte delantera de la unidad, movió el plástico que aísla al chofer y lo escupió no una sino dos veces y luego le gritó: "Ahí tenés tu coronavirus, pandémico de mierda". "Son momentos que uno tiene que vivir, más con el trabajo que hago, soy esencial y ahora no sé si tengo coronavirus o no", sostuvo el chofer.
La historia terminó con la intervención de la policía y uno de los inspectores de la línea, quienes llegaron al lugar donde el vehículo estaba en espera, alertados por el mismo conductor. En ese momento, según recuerda Castro, ante la llegada del móvil muchos pasajeros se bajaron junto a él para explicar todo lo que había sucedido. La mujer, por su parte, fue retenida por los agentes que finalmente la dejaron ir con la advertencia correspondiente y terminó tomándose otro colectivo, mientras el joven tuvo que acudir a un hospital para realizarse una revisación antes de volver al trabajo.

"Seguí todo el día con el corazón en la boca", le dijo Castro a 0221.com.ar y es que aunque ya tuvo COVID-19 y pasó 8 días con fiebre, es consciente que todavía puede reifectarse. "Con todas las nuevas variantes puedo contagiarme de nuevo", cerró el joven preocupado.
El violento hecho que Castro vivió a bordo del micro es un ejemplo más de los sistemáticos episodios de inseguridad que sufren a diario los choferes platenses. Pero en este caso es, además, un reflejo de la actitud de una porción de la comunidad que todavía no respeta las medidas de seguridad que se impulsan desde hace más de un año y medio para frenar la pandemia de coronavirus.