Los datos aportados por el Ministerio de Salud bonaerense en su sala de situación, donde se registra la incidencia del coronavirus, demuestran que el alza en la cantidad de casos en La Plata consolida el tránsito por un rebrote que adelanta hacia el verano una posible segunda ola. Lo que a mediados del mes pasado era un freno al descenso en cantidad de contagios, se convirtió por cuatro semanas consecutivas en una definida curva ascendente que enciende todas las alarmas.
Durante la semana que termina este domingo, se acumularon 1.115 contagios, un 22% más que la semana anterior, cuando los nuevos infectados fueron 913.
Entre el 7 y el 13 de diciembre, se dio el último período del "amesetamiento bajo" o "piso" de poco más de 200 casos semanales. Y el punto final al marcado descenso de trece semanas consecutivas desde el pico ocurrido a fines de agosto, cuando hubo 1.577 casos en sólo siete días. Ese descenso fue el que llevó a las autoridades sanitarias a pasar del aislamiento al distanciamiento social y a la apertura de casi todas las actividades.
Con los 1.115 casos de este último período, se llega a una cifra cercana a la de la semana pico. Los números que muestra La Plata y que en general se repiten en el AMBA, son los que observaron las autoridades sanitarias bonaerenses cuando hace unos días atrás decidieron implementar una serie de restricciones en la circulación, entre la 1 y las 6.
El aumento de casos se vio reflejado también en la comparación mensual: mientras en noviembre los contagios cayeron a 1.726, en diciembre treparon a 2.162 y en los primeros diez días de enero ya van 1.278. De todos modos los números se reflejan un alivio respecto de la tasa de letalidad, ya que los fallecidos en el último mes del año siguieron en descenso con 53 víctimas fatales contra las 95 del período anterior.
Y solamente en estos diez días de enero se produjeron 21 muertes, lo que hacer pensar que, de continuar la tendencia, el número de víctimas podría superar al registrado en diciembre.