En la actualidad, América Latina tiene el 45% de las muertes del mundo por coronavirus. En ese contexto, el acuerdo entre el laboratorio AstraZeneca-Oxford y el Estado Nacional por la vacuna contempla una producción en gran escala -garantizaría al menos 11 millones de dosis en el caso argentino-, la disponibilidad oportuna -actualmente está en fase 3, con testeos en un universo de 10 mil voluntarios en Reino Unido, Brasil, Sudáfrica y próximamente en los Estados Unidos- y un costo accesible (entre 3 y 4 dólares cada dosis).
En ese marco, se prevé en Argentina un uso de emergencia de la vacuna, para que una vez finalizada con éxito la etapa de la fase 3 se pueda comenzar a administrar la dosis a grupos vulnerables como adultos mayores, trabajadores de salud, obesos mórbidos y todos aquellos que tengan algún tipo de patología previa o co-morbilidad.
Las fases deben cumplirse para demostrar la seguridad, sobre todo teniendo en cuenta que la vacuna se administra a una población sana. Un éxito de la fase 3 de la vacuna debería haber ratificado la seguridad, comprobado la eficacia en grupos poblacionales grandes y diversos y certificado efectos adversos leves.
Esta llamada "cláusula de uso de emergencia" es lo que permitirá que, muy probablemente, en diciembre 2020 la vacuna esté lista para aplicar a los primeros grupos vulnerables en Argentina.
En diálogo con la periodista Daniela Blanco de Infobae, Ángela Gentile, jefa del departamento de epidemiología del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y asesora clave del presidente Alberto Fernandez explicó que la vacua de Oxford y AstraZeneca "ha superado con éxito las fases 1 y 2, con buenos resultados. La fase 1 mide fundamentalmente la seguridad y la fase 2 mide respuesta de anticuerpos, la protección, la inmunogenicidad de la vacuna. Incluso el título de anticuerpos de esta vacuna ha superado al plasma de convalecientes. Estos datos han sido publicados como corresponde en las principales revistas científicas del mundo", explicó.

Por otra parte aclaró que la vacuna presentó "pocos efectos adversos, que fueron leves como dolor de cabeza, fiebre y decaimiento, fácilmente superables. Por lo cual se constituye como una vacuna segura y con respuesta de anticuerpos. Ahora se está encarando la fase 3 y tendremos que esperar hasta fines de octubre para ver los resultados de esta etapa. Sin embargo, han sido tan alentadores los resultados de la fase 1 y 2, y teniendo en claro que esto es una pandemia, el laboratorio ha comenzado fuertemente a producir la vacuna en paralelo a la realización de la fase 3. Cosa que no es demasiado habitual y que solo lo explica la situación extraordinaria de pandemia que estamos viviendo. Esta es una vacuna que utiliza una plataforma tradicional, en la cual usa un vector, un adenovirus de chimpancé que logra que se genere una buena respuesta antigénica",explicó Gentile.
Por otra parte, cabe destacar que para la fabricación de la vacuna de Oxford y AstraZeneca en Argentina, las compañías harían una cesión de la patente -durante el tiempo pandémico- a la Argentina y México, para que los países puedan encarar de manera conjunta la producción en escala para toda América Latina y a un costo accesible.

Por el momento, lo que demostró entonces la Fase I y II de la vacuna Oxford- AstraZeneca es una actividad neutralizante contra el virus SARS-CoV-2, en el 91% de los participantes un mes después de la vacunación y en el 100% de los participantes que recibieron una segunda dosis. Los niveles de anticuerpos neutralizantes observados en los participantes que recibieron una o dos dosis estuvieron en un rango similar a los observados en pacientes convalecientes con COVID-19.
Los efectos adversos incluyeron dolor y sensibilidad en el lugar de la inyección temporal, dolor de cabeza de leve a moderado, fatiga, escalofríos, fiebre, malestar y dolor muscular. Sin embargo las reacciones disminuyeron con el uso de paracetamol profiláctico, un analgésico, y ocurrieron con menos frecuencia después de una segunda dosis.