Durante la mañana de este sábado las cuentas oficiales de Gimnasia confirmaban una noticia muy triste para toda la familia del Lobo: víctima de una enfermedad, falleció el vicepresidente tercero Antonio Gargiulo. La historia de un tipo muy querido por sus pares que siempre se mostró generoso y de un amor incondicional por la pasión de toda su vida.
"Tripero de ley, siempre estuvo vinculado a nuestra Institución, primero como colaborador, como en la campaña de 2013 en la que el Lobo consiguió el Ascenso a la Primera División y, desde diciembre de 2019, estaba cumpliendo su sueño de ser dirigente de nuestro amado Club", difundió en un sentido comunicado la Comisión Directiva.
Aunque quienes lo conocieron bien aseguran que su verdadero y único objetivo siempre fue el bienestar de Gimnasia, sin importar su puesto. Ejemplo de esto fue que él empezó a estar ligado al club prácticamente desde que nació: desde chico siempre fue a la cancha y con el correr de los años su amor por el Lobo estuvo a la altura de su amor por la familia. Él se brindaba de lleno por sus dos pilares en la vida.
"Es una tremenda pérdida, enorme", coinciden quienes lo conocieron de cerca, según pudo reconstruir 0221.com.ar. "Antonio fue un tipo extremadamente querido, muy humilde y de un profundo amor por Gimnasia", definen.
La historia cuenta que Gargiulo se acercó estrechamente al club hace algunos años atrás junto a un grupo de empresarios y amigos para colaborar en una época muy mala, en un contexto de crisis con el ex presidente Daniel Onofri. Fue uno de los que armó el proyecto del Campus y así fue como se empezó a gestar un grupo de socios que comenzó ayudando por fuera de la Comisión Directiva para la vuelta de Pedro Troglio. "Él fue el que más hizo por Pedro", aseguran directamente sus allegados.
El grupo que integraba también lo compartía con Alconada, Chaparro, Berón y Zapata. Se presentó con Carlos Castagneto en la lista en donde el ex diputado fue candidato a presidente y muchos socios recuerdan que Gargiulo fue uno de los más ovacionados en uno de los discursos de campaña de aquel tiempo, cuando dijo al micrófono que él quería "entrar a Gimnasia para que dejen de robar, y si encuentro a alguno le voy a cortar los dedos de la mano".
De una extrema generosidad, Antonio siempre dio una mano cuando se lo necesitó. Eso lo destacan todos. Además, no disimulaba su pasión por el Lobo en ningún momento: era el primero que se ponía a cantar en las celebraciones del club y arengaba al resto. Y siempre de la mano de Alejandro, su hijo, que lo acompañaba absolutamente a todos lados: la cancha, las reuniones de trabajo, desayunos, cenas, eventos y demás.
Fue una persona de mucha bondad, "un tipo muy familiero, con sus hijos, su mujer, sus nietos", revelan. Gargiulo iba a Estancia Chica todo el tiempo y estaba pendiente del día a día.
Pedro Troglio fue uno de los que más aprecio tuvo por él y le dedicó un sentido mensaje a través de sus redes.
Quienes lo frecuentaron todo este último tiempo aseguran que Antonio estaba asustado con el coronavirus. Desde que comenzó la cuarentena la cumplió a rajatabla, encerrado junto a su mujer por la zona de plaza Malvinas, en donde vivía.
Fue al hospital y hasta se hizo un hisopado, que le dio negativo. Pero ahí los médicos vieron algo que no los convenció y lo terminaron internando. Le hicieron un estudio, volvió a su casa y hace poco menos de dos semanas lo tuvieron que internar nuevamente. Falleció finalmente este sábado y el mundo Gimnasia lo despide para la eternidad con un inmenso abrazo y agradecimiento por su amor incondicional, que vivirá por siempre en el Bosque.