"¿Qué espera la Justicia para actuar? Hace más de 2 meses que K está recibiendo constantes amenazas y agresiones del señor R.J.D., más conocido como 'El cala'. Estamos cansadas que la comisaría Cuarta de Berisso no haga nada, que justifique con que no hay pruebas o no pueden hacer nada minimizando los hechos. ¿Qué más tiene que pasar? ¿Hay que esperar que aparezca muerta? No me voy a resignar a eso, sabiendo que corre peligro una vida", escribió Lola Pérez en su cuenta de Facebook, adjuntando fotos del estado de la víctima.
Contó que hace un mes, el hombre de 54 años "agredió a K y a su hermana, tirándolas a una zanja, golpeándolas con un palo y causándole una factura en el pie a K (denunciante). La comisaría Cuarta de Berisso no hizo nada, la llevaron a cuerpo médico a K y al salir de allí, se encontró al agresor tomando mates con los oficiales de ahí mismo. El botón antipánico que le otorgaron no funcionó, el agresor no se cansó y siguió amenazándola, a ella y su hermana, de matarlas, de agredirlas sexualmente y nunca tomaron ninguna prueba", denunció la mujer.
Y contó que el domingo 14 de junio por la noche, "K acompañó a su cuñado a tomarse un remís en la puerta de su casa. El agresor R.J.D. volvió a presentarse, está vez con un cuchillo y un machete, otorgándole así puntazos en el abdomen y brazo a K. Se dio a la fuga y no se sabe dónde está, tiene orden de captura y una denuncia por intento de homicidio. Tenemos miedo, porque no sólo ella está bajo amenaza sino sus hermanas y sobrinos. A alguien tiene que llegar esto, ayuden a difundir y que aparezca este hombre que está prófugo", finalizó la allegada de la víctima.
En diálogo con 0221.com.ar, una de las hermanas de K, Ana, pidió que el caso se haga público "porque en la Comisaría Cuarta de Berisso nadie nos da bolilla". Ahora la joven de 21 años fue resguardada por una restricción perimetral, botón antipánico y un rondín policial, pero en su familia denuncian que no alcanza ya que siguen recibiendo amenazas del agresor o de personas allegadas a él, sumado al hecho de que "si no tenés crédito el botón antipánico no funciona" y eso le impide a la joven estar tranquila por su seguridad.

Ana contó a este medio una larga y persistente historia de abuso por parte del acusado hacia su hermana "Él la hostigaba desde los 13 y ahora ella tiene 21. Somos 7 hermanos y vivimos en una casilla muy precario, vivíamos mangueando y del comedor de Cáritas. Él vive enfrente de la casa de nuestros padres. Desde los 13 años la seguía a la escuela, la chistaba, le preguntaba cómo se llamaba, la invitaba a comer, le compraba cosas. La fue endulzando, después la seguía a la casa de mi mamá cuando se separó de mi papá, a la casa de sus amigas, hasta que pudo concluir lo que quería: estar con ella. Él dice que fue con consentimiento pero no lo fue, porque era una nena menor, no sabía lo que quería, solo quería una ayuda. Así resultó que terminaron en pareja, pero siempre cada uno en su casa".
En 2018, después de la muerte del padre de la joven, el vínculo empezó a ser cada vez más explícitamente violento. "Él la denigraba como mujer, le decía que era una puta, cuando las amigas la invitaban a juntarse él le decía un montón de cosas. Un día le rompió el auto a una amiga de ella, la agarró de los pelos, la bajó a trompadas... ya nadie se metía. Una vez él la obligó a llevar a mi otra hermana y la manoseó en su propia casa, cuando ella tenía 14. Ella lloraba, pero él le dijo a mi hermana: 'Viste que tu hermana es re cualquiera'; las hizo pelear a ellas y no se hablaron por un tiempo", contó Ana.

En estos últimos meses, con la relación ya terminada, el hombre la agredió brutalmente y pese a las denuncias siguió en libertad (de hecho sigue prófugo desde el 14 de junio). Este jueves por la noche la denunciante fue a la DDI junto a sus allegadas para denunciar la situación y la inoperancia de la Comisaría 4ta, junto al servicio de asistencia a la víctima de Berisso que según ellas "nos desamparó totalmente".

La causa por el intento de femicidio, según explicó la familia de la joven, está en la fiscalía N° 8 de Martín Almirón, especializada en "narcotráfico y pedofilia", por lo que piden que sea derivada a la UFI N° 13 especializada en Violencia de Género, cuya titular es Mariana Ruffino. "A mi hermana le dieron 12 puntos en el hospital de Berisso y ahora tiene internación ambulatoria. Si no íbamos a fiscalía no nos enterábamos de quién era nuestro fiscal. Pedimos un abogado, alguien que nos ayude", pidió desesperada la mujer.
"Mi hermana pide ayuda. Donde vivimos están todos los familiares del tipo, y un día de esto nos van a encontrar muertas a alguna de nosotras, porque ya nos amenazaron. Queremos irnos de acá, no podemos ni dormir de las amenazas que recibimos, nos han hasta tirado piedrazos. Pido justicia, quiero que lo agarren, quiero vivir en paz. Nosotras vivíamos de las ollas populares, no tenemos para comer porque no podemos salir de la calle, estamos desamparados y mi hermana ni si quiera tiene asistencia psicológica para sobrellevar esta situación", contó.
En ese marco, solicitan que cualquier abogado/a u organización por los derechos de las mujeres escriba al facebook donde se denunció públicamente el hecho para ponerse en contacto con la familia y brindar asesoramiento y contención.
